sábado, julio 31, 2021

Premio Ñ

El Instituto Cervantes promueve el Premio “Ñ” que será entregado por el Rey Felipe VI en el mes de octubre y que distinguirá a personalidades destacadas por su labor de difusión internacional de la lengua española. En esta su primera edición, el Premio «Ñ» ha recaído en Barbara Fuchs, profesora de la Universidad de California (UCLA), en Los Ángeles, autora de numerosos libros y fundadora de una iniciativa para el conocimiento del Siglo de Oro español. El director Luis García Montero fue el encargado de entregar el diploma el pasado 22 de julio.
El Premio «Ñ» podrá otorgarse a personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, que hayan impulsado la lengua española en el mundo o cuenten con una trayectoria de especial dedicación a su promoción internacional.
Barbara Fuchs es profesora de español e inglés de la Universidad de California (UCLA), en Los Ángeles, donde también ha sido directora del Centro de Estudios de los siglos XVII y XVIII y de la Clark Memorial Library. Antes fue profesora de las universidades de Washington y Pennsylvania. Ha obtenido numerosas becas postdoctorales, entre ellas, de las Fundaciones Guggenheim y Andrew W. Mellon. En 2014, fundó el Proyecto Diversifyimg the Classics (Diversificando a los clásicos), una iniciativa que quiere fomentar el conocimiento y el interés por el Siglo de Oro español y brindar a los profesionales del teatro los materiales y herramientas para explorar su rica tradición.

Alcalá de Henares, Madrid (II)

Libros: El lado correcto de la historia

El lado correcto de la historia

Cómo la razón y la determinación moral hicieron grande a Occidente

Ben Shapiro
Traducción de Diego Sánchez de la Cruz
Deusto
Barcelona 
2020
333 págs.
Como sociedad, estamos olvidando que casi todos los sucesos extraordinarios que han tenido lugar en la historia los han llevado a cabo personas que creían en los valores judeocristianos y en el poder de la razón nacido en la Grecia clásica. Estas ideas pueden resumirse en dos nociones relacionadas. La primera, que todos los humanos están hechos a imagen de Dios y la segunda, que los humanos nacen con una capacidad de razonar que les permite explorar el mundo.
Esos valores, cuya historia relata de manera asombrosamente ágil y profunda este libro, permitieron el nacimiento de la ciencia, el sueño del progreso, los derechos humanos, la prosperidad, la paz y la belleza artística. Construyeron Occidente, derrotaron al nazismo y el comunismo, sacaron a miles de millones de personas de la pobreza y les proporcionaron un objetivo moral.
Sin embargo, hoy en día el sectarismo, el hedonismo, el progresismo, los gobiernos autoritarios de izquierdas, el feminismo y el materialismo científico están a punto de echar a perder los logros conseguidos.
No debemos permitirlo. El lado correcto de la historia es, al mismo tiempo, una explicación de los valores judeocristianos y la ley natural griega responsables de la grandeza de Occidente y la mejor defensa que se puede hacer de ellos. 

viernes, julio 30, 2021

Melilla: Concierto

 

Viví Escrivá, Premio Nacional de Ilustración

El Premio a las mejores ilustraciones infantiles y juveniles, oficialmente desde 2008 Premio Nacional de Ilustración,​ se entrega en España desde el año 1978, por iniciativa del Ministerio de Cultura español, con diversas subcategorías (primer y segundo premio, premio único y accésit, premio a ilustración infantil y juvenil, etc.) según los años. Hasta el año 2007, su objeto era premiar los mejores trabajos de ilustración dirigidos a niños y jóvenes incluido en obras que hubieran sido publicadas por primera vez en España a lo largo de cada año (por empresas editoras españolas aunque sea en régimen de coedición independientemente de donde se hayan impreso). 
A partir de 2008, según el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, «El Premio Nacional de Ilustración (…) tiene por objeto reconocer y distinguir el conjunto de la labor realizada por un ilustrador español en el ámbito del libro y de las letras españolas. Este año la ilustradora valenciana Victoria Escrivá Palacios, conocida como Viví Escrivá, ha sido galardonada con el Premio Nacional de Ilustración por su «dilatada trayectoria de gran calidad gráfica» y por dedicar «su energía y experiencia» a luchar por los derechos de los profesionales de la ilustración. Viví Escrivá ha sido premiada con este galardón, dotado con 20.000 euros, por ser también una de las ilustradoras que «marcó el rumbo del álbum ilustrado en España en un momento en el que empezaba a despertar el sector editorial y muy especialmente el del libro infantil«.

Libros: El tunel

El túnel

Abraham B. Yehoshúa
Traducción de Raquel García Lozano
Duomo
Barcelona
2021
400 págs.
Hasta hace poco, Zvi era un ingeniero de setenta años felizmente casado, sin dolencias preocupantes más allá de las propias de la edad. Sus proyectos de carreteras conectaban un sitio con otro y abría túneles de luz en lo más profundo de las montañas. Pero últimamente olvida algunos nombres. Una visita al neurólogo lo confirma: primeros signos de su declive. Zvi, animado por su esposa y por el especialista, no se rendirá. Su último trabajo le revelará una de las ventajas de envejecer: con la pérdida de la memoria, aumenta nuestra capacidad de comprender lo más complejo, aquello que se esconde bajo la superficie de todas las cosas. De la maravillosa pluma del aclamado y galardonado escritor israelí, llega esta historia enternecedora, humorística y llena de suspense sobre una familia que se enfrenta a una situación que pone a prueba su fortaleza.

jueves, julio 29, 2021

Rosalía de Castro

Rosalía de Castro (1837-1885) es una figura indispensable en la literatura del siglo XIX. Los estudios sobre literatura femenina de épocas pasadas la incluyen entre las grandes escritoras en las que destacaremos a Concepción Arenal, Carolina Coronado, Gertrudis Gómez de Avellaneda y Emilia Pardo Bazán. La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes en su voluntad de preservar la memoria de estas grandes autoras presenta esta Biblioteca de autor de Rosalía de Castro considerada una de las mejores escritoras españolas en lengua gallega y una de las principales responsables del Rexurdimento galego decimonónicoLa página recoge sus obras, su biografía, su cronologíía, su bibliografía, así como numerosos estudios relevantes sobre su producción.

Alcalá de Henares, Madrid (I)


Libros: El vaso medio lleno

El vaso medio lleno

Enrique García-Máiquez
Ediciones More
Madrid 
2020
131 págs.
Después de Palomas y serpientes, he aquí un nuevo libro de aforismos del autor, también poeta y articulista. De este libro se ha dicho, con razón, que hace ir al lector de asombro en asombro, al comprobar que no hay en él una sola frase que no haga pensar o que no arranque una sonrisa y, muchas veces, ambas cosas.
De los veintitrés capítulos que contiene, el titulado “Sí, sí; No, no” es el más largo –con joyas como “Piensa más y acertarás”–, seguido por “Paucas pallabris”, con, por ejemplo, “Tú aspira a la verdad desnuda, que ya la revestirán tus limitaciones”. Los demás capítulos son de muy pocas páginas hasta llegar al más cortito que, no por casualidad, se titula “El mayor minimalista del mundo”, con solo cuatro aforismos, uno de los cuales es “El minimalismo debería aspirar a ser minusvalorado. Su megalomanía amosca”.
Como se anuncia en el título, y en consonancia con el resto de su literatura, todos los textos respiran buen humor. Para el autor, “El optimismo tiene siempre la mosca tras la oreja. El pesimismo es la mosca”. Muchos aforismos también ponen al lector ante sí mismo, como cuando afirma que “Quien envidia se lo merece” o “El infierno de los envidiosos está en el Paraíso, junto a los bienaventurados”.
Otros aforismos pueden hacerle pensar en la vida social y política: “El sueño de la superioridad moral produce monstruos” y “La otra mitad del deber de un conservador es crear cosas que merezcan ser conservadas”. Los hay también que avivan el espíritu de observación: en el capítulo “¿?”, que cabría llamar de poesía visual, se hace la observación de que “Los signos de interrogación se invierten, uno hacia arriba, otro hacia abajo, porque preguntar es darle vueltas”. Con estos aforismos, el autor condensa su visión de la condición humana, de la literatura y hasta de fenómenos sociales contemporáneos, siempre con una mirada atemporal.

miércoles, julio 28, 2021

Proyecto Leía: Lengua Española e Inteligencia Artificial

El Proyecto (LEIA), Lengua Española e Inteligencia Artificial (LEIA), ideado y liderado por la Real Academia Española, tiene como objetivo primordial la defensa, proyección y buen uso de la lengua española en el universo digital y, especialmente, en el ámbito de la inteligencia artificial y las tecnologías actuales. Las líneas principales del proyecto LEIA son, por un lado, velar por el buen uso de la lengua española en las máquinas y, por el otro, aprovechar la inteligencia artificial para crear herramientas que fomenten el uso correcto del español en los seres humanos. En palabras de Santiago Muñoz Machado, director de la RAE y presidente de la ASALE, «estamos en un momento crucial en el que tenemos que hacer algo que hicieron nuestros antecesores del siglo XVIII(con los humanos): normativizar la lengua de las máquinas y de la inteligencia artificial (IA). Su lengua tiende a diversificarse y hay que tomar medidas. La IA habla inglés, fundamentalmente, y tenemos que procurar que, poco a poco, el español coja una posición eminente en el mundo de la IA, pero también en el mundo general de las redes».

De Wang Wei a Monet, veinte paisajes para pasear la mirada (XI)

En él se muestra una vista de Madrid desde la ermita de San Isidro, el día de la romería.
Goya aprovecha para mostrar una vista de Madrid al otro lado del Manzanares, en uno de los pocos motivos de paisaje salidos de la mano del artista. En él se aprecian en la lejanía la gran cúpula de la San Francisco el Grande y la mole del entonces nuevo Palacio Real. En primer término un grupo muy dinámico de figuras de conversan animadamente y tras ellos, y a la orilla, en el plano intermedio, se ve la algarabía de la muchedumbre más y más diminuta perdiéndose a la izquierda en la orilla del río.
Este boceto para un cartón pertenece a una serie para la decoración del Palacio de El Pardo cuyos temas iban a ser los ambientes campestres y las diversiones al aire libre.
El cuadro presenta en muy pequeñas dimensiones una gran sensación de espacio, pues en él aparece una gran masa de gente, que corresponde a la algarabía del día festivo. Este carácter se ve acentuado por la gama de tonos blancos, rosados, verdes y azules, salpicado aquí y allá por alguna pincelada roja para dar variedad en los vestidos de algunas de las pequeñas figuras. En este cuadro utiliza Goya una imprimación de gama fría. Todo ello hacía que la obra de su primera época adoptara tonos muy calientes, tostados. Aquí el resultado es que predominan los oros venecianos, perlas, grises y rosados. Sin embar
go la zona intermedia está resuelta en tonos oscuros, lo que centra la mirada en profundidad dejando a los personajes del primer plano como un marco.
La pradera de San Isidro (1788). Óleo sobre lienzo sin forrar. Museo Nacional del Prado, Madrid, España

Toda la topografía es realista, los efectos necesarios para que el arte embellezca la naturaleza, como dictaban las poéticas del Neoclasicismo. Asimismo, organiza a su gusto la iluminación, dejando estas cuatro figuras en sombra, para que el contraste de tonos sea mayor.
En cuanto a la composición, el cuadro carece de una clara unidad. Parece optar por la dispersión de los puntos de atención, y en esto Goya sí que está obviando las normas preceptivas de las unidades neoaristotélicas. Solo se acota la posible huida de la atención a los márgenes del cuadro mediante la posición de las figuras del primer plano puesto que las figuras de los extremos encierran formando a modo de paréntesis a las más centrales.

Libros: La guerra de Mussolini

La guerra de Mussolini

La Italia fascista desde el triunfo hasta la catástrofe 1943-1945

John Gooch
La Esfera de los Libros
Madrid
2021
676  págs.
24 ilustraciones 
Hasta el verano de 1940, al mismo tiempo que permanecía estrechamente alineado con Hitler, Mussolini se mantuvo cuidadosamente neutral. Sin embargo, a raíz del hundimiento repentino e inesperado de los ejércitos franceses y británicos, el Duce declaró la guerra a los Aliados con la esperanza de obtener ventajas territoriales en el sur de Francia y en África. Esta decisión resultó ser un terrible error de cálculo, que abocó a Italia a librar una guerra prolongada e imposible de ganar, y la condenó a sufrir ingentes bajas y una invasión de los Aliados en 1943 que inauguró una espantosa nueva era para el país. 
Este nuevo libro de John Gooch es la crónica definitiva de la experiencia de Italia en la guerra. Desde la invasión de Abisinia hasta la detención de Mussolini, Gooch describe brillantemente la pesadilla de un país con un sector industrial demasiado pequeño, con unos líderes demasiado incompetentes y con demasiados frentes en los que combatir. 
Por todas partes —ya fuera en la URSS, en el desierto entre Libia y Egipto o en los Balcanes— las tropas italianas tuvieron que enfrentarse a unos enemigos mejor equipados o más motivados. El resultado fue una guerra que no se correspondió en absoluto con los sueños de los planificadores italianos antes de la contienda, sino con una serie de improvisaciones a la desesperada contra unos Aliados que podían contar con unos recursos a escala mundial y frente a los que Italia demostró ser impotente. 
Este libro extraordinario muestra acertadamente la importancia de Italia en la guerra, y destaca el breve auge y la desastrosa caída de sus campañas militares.
John Gooch es uno de los mayores expertos internacionales en Italia y las dos guerras mundiales. Entre sus libros figuran Mussolini and his Generals y the Italian Army and the First World War. Es catedrático emérito de la Universidad de Leeds. En 2010, el presidente de Italia le nombró Cavaliere dell’Ordine della Stella della Solidarietà Italiana.

martes, julio 27, 2021

700 años entre infierno y paraíso

Con ocasión del séptimo centenario de la muerte del poeta, la Biblioteca Nacional de España expone diez manuscritos de la obra más importante de Dante Alighieri (1265-1321): la Divina Comedia, un relato de viaje al más allá cristiano estructurado en tres etapas principales, a través de los reinos de infierno, purgatorio y paraíso. Estas obras, que se remontan a los siglos XIV y XV, documentan la extraordinaria historia textual, interpretativa y figurativa del poema medieval más leído y conocido en todo el mundo. En la exposición también se pueden ver grabados e incunables, pertenecientes a los fondos de la BNE.
El 14 de septiembre de 1321 Dante murió en Rávena, en el Convento de San Francisco, último refugio de una vida de exilio, privaciones y sobre todo de alejamiento de la ciudad donde había nacido en mayo de 1265, Florencia. Casi inmediatamente después de la muerte, la fortuna de Dante comenzó, no sólo como poeta famoso, sino también como maestro, modelo de coherencia y compromiso político y artista visionario, capaz de sintetizar la historia universal, la cultura antigua y las inquietudes de su época en un poema ambientado en el inframundo. Si el proyecto y las ideas políticas de Dante eran anacrónicas o difíciles de lograr incluso en su época, la excepcionalidad de su obra literaria sigue fascinando al mundo contemporáneo, por medio de una riqueza inigualable de intenciones éticas, teológicas, estilísticas, literarias e históricas.

Efectivamente, Dante es el mayor escritor y artista europeo de toda la Edad Media. Gracias a su legado, es posible comprender la ecuación entre la cultura medieval y el desarrollo de la civilización europea moderna. No en vano, con la objetividad que caracteriza una perspectiva desde el exterior, el académico surcoreano Han Hyeong Kon declara que «para conocer y comprender la Europa de hoy es necesario leer la Comedia de Dante». El viaje al más allá tiene entre otros objetivos definir la geografía del inframundo cristiano; sin embargo, dentro del poema también la geografía de Europa aparece en términos bastante precisos, aunque lo que más importa es el perfil espiritual de ese continente. Sorprende el esfuerzo que hace Dante por incluir elementos distintos, para proponer su propia idea de la civilización europea, que no coincide sólo con el cristianismo medieval, ya que en su concepto también hay lugar para la herencia clásica, el Imperio Romano, la dialéctica entre el Oriente griego y el Occidente latino y la cultura árabe; en definitiva, es una Europa construida en torno al mar Mediterráneo, que no ignora ninguna latitud geográfica o cultural. En la Comedia hay espacio para Julio César y Federico II de Suecia, para Aristóteles y Averroes, para Francisco de Asís y Domingo de Guzmán. La exposición que la BNE ha promovido en el marco de las celebraciones del centenario de Dante (en particular, del proyecto “Madrid ciudad dantesca”) y en colaboración con el Instituto de Estudios Clásicos “Lucio Anneo Séneca” de la Universidad Carlos III de Madrid, es precisamente dedicada a la Comedia, su tradición manuscrita, exegética e iconográfica.

De Wang Wei a Monet, veinte paisajes para pasear la mirada (X)

Joseph Mallord William Turner es uno de los mejores paisajistas de la historia. De hecho, es responsable de que el paisaje sea considerado hoy en día un genero mayor. Tanto en óleo como en acuarela fue un incontestable maestro que además se adelantó medio siglo al impresionismo, pues es considerado como «el pintor de la luz».
Con un padre fabricante de pelucas y madre ama de casa, no lo tuvo fácil para abrirse un hueco en el elitista mundo del arte en la Inglaterra de la época. Muy bajito y con un marcado acento cockney no fue un gran artista en cuanto a relaciones sociales. Además no brillaba precisamente por su estabilidad mental, pero con 14 años consiguió un plaza en la Royal Academy of Art y tuvo la suerte de viajar por todo el mundo, aprendiendo de los grandes maestros.
Misántropo, Turner se convirtió con el tiempo en un viejo excéntrico. Solo le interesaba la pintura. Con muy pocos amigos (al que menos soportaba era a su colega y rival Constable), apenas se conocen relaciones aparte de un par de viudas pero aún así, fue un pintor extraordinariamente popular por su audacia y talento y un experimentador que llevó al óleo técnicas propias de la acuarela, y se acercó al impresionismo e incluso al arte abstracto, pudiéndose ver sus huellas en pintores como Rothko o Kandinsky. Abajo, su obra Tormenta de nieve: Aníbal y su ejército cruzan Los Alpes.

Libros: Nadie lo sabe

Nadie lo sabe

Toby Gratacós
Amazon
2021
535 págs.
Al mando del portugués Fernando Magallanes, cinco naves y cerca de 250 marineros partieron de Sevilla el 10 de agosto de 1519 con el objetivo de encontrar una nueva ruta que les permitiera, sorteando los dominios portugueses, llegar a las islas Molucas y abastecerse de las codiciadas especias. Con el paso de los meses, la expedición se convirtió en una peligrosa aventura, tanto por las dificultades meteorológicas y alimentarias que padecieron los navegantes, como por los constantes enfrentamientos entre portugueses y españoles, que acabaron en motines contra la autoridad de Magallanes. Al final, el 8 de septiembre de 1522, solo regresó una de las naves, Victoria, con dieciocho marinos al mando del vasco Juan Sebastián Elcano. La expedición había dado la primera vuelta al mundo.
Tony Gratacós se inspira en estos hechos para escribir una apasionante y entretenida novela de aventuras que tiene como narrador a Diego de Soto, que ha sido contratado al finalizar sus estudios universitarios en Valladolid por Pedro Mártir de Anglería, cronista del reino. Su misión es recabar información sobre las expediciones marítimas para que Anglería las escribiese. Aunque no es el objetivo de su trabajo, poco a poco una serie de casualidades le llevan a descubrir que en la narración de lo que sucedió durante la expedición de Magallanes y Elcano, quizás las cosas no fueron como se estaban contando.

lunes, julio 26, 2021

Día de los abuelos


Nicolás Guillén

El escritor cubano Nicolás Guillén (1902-1989)ha accedido a los cánones literarios de nuestra lengua por varios méritos inseparables entre sí o de su trayectoria vital e intelectual, paradigmática del proceso espiritual e histórico que conduciría a los intelectuales del siglo XX desde posturas vanguardistas y «deshumanizadoras» hacia el ejercicio del compromiso en todas sus formas. Principal representante de la poesía negra (poesía mulata, como él prefería llamarla, para subrayar tanto el mestizaje como la vigencia de la negritud en el contexto transcultural hispanoamericano), se significó con ella por superar los valores puramente estéticos, exóticos o eróticos que guiaban la moda negrista de la vanguardia europea; pero también por trascender pronto cualquier regionalismo o folclorismo, para ir abarcando cada vez más problemáticas universales en una poesía de marcada vocación social y de denuncia, y con indisimulada alma popular. 
Esta Biblioteca dedicada al autor tiene el objetivo de ofrecer un acercamiento a su figura atento a todas esas cuestiones que vertebran su obra poética. Con el objetivo de servir de introducción básica o de invitación para los nuevos lectores, la Biblioteca presenta una breve semblanza biográfica, una detallada Cronología y una “Introducción a la obra de Nicolás Guillén” a cargo de la también poeta cubana Nancy Morejón, una de las estudiosas que mejor la conocen; e incluye ediciones digitales y en formato facsímil de las obras de Guillén.

De Wang Wei a Monet, veinte paisajes para pasear la mirada (IX)

Michel-Ange Houasse (París, 1680-Arpajon, 1730). Pintor francés. Hijo del pintor y seguidor de Charles Le Brun, René-Antoine Houasse, estudió el oficio junto a su padre, a quien acompañó en su viaje a Italia, donde permanecieron entre 1699 y 1704. En 1706 ingresó en la Academia Real de Pintura y de Escultura de París para completar su formación y fue aceptado como miembro de la misma al año siguiente. En 1710 fue nombrado peintre ordinaire du roi. El marqués de Aubigny, se­cretario de la princesa Orsini, camarera mayor de María Luisa Gabriela de Saboya, primera esposa de Felipe V, propició, seguramente, los primeros contactos de Houasse con la corte española. La nueva dinastía buscó, después de la Guerra de Sucesión, nuevos retratistas, ya que a la primera esposa del rey no le gustaban los pintores españoles, a los que consideraba de poca calidad. Houasse fue recomendado por el conde Jean Orry, ministro del rey, que le contrató en 1715. El pintor realizó efigies de varios miembros de la Casa Real, entre ellos en 1717 la de Luis de Borbón, el futuro Luis I de España, que solo ocuparía el trono durante siete meses. Houasse combinó los elementos del retrato cortesano de la pintura española del siglo XVII con detalles y adornos decorativos, propios de la retratística francesa del final del reinado de Luis XIV. El concepto elegido resultaba un tanto anticuado, por lo que no debió de agradar mucho al rey, que buscó pronto a otros retratistas, Jean Ranc entre ellos. Houasse se dedicó entonces a otros géneros, creando alguna composición religiosa, como la secuencia sobre san Francisco Regis, que guarda el Museo del Prado. Pero los mayores logros artísticos los consiguió en la pintura de paisaje y las escenas de género, donde analizó, de forma inventada u observada, la vida cortesana o popular. En estos cuadros de formato menor combina elementos elegantes procedentes de las fiestas galantes con un cierto sentido del realismo, que arranca de la pintura de género holandesa. Realizó varios cuadros con asuntos infantiles, algunos de los cuales revelan una moraleja, como Niños jugando al paso (h. 1725, Patrimonio Nacional). El gusto por lo cotidiano precede al costumbrismo que desarrollarán los artistas españoles a partir de mediados del siglo XVIII, sobre todo los pintores de cartones para la Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, como, por ejemplo, Antonio González Ruiz o Antonio González Velázquez, y también Francisco de Goya. Gracias a la formación fran­cesa de la que disfrutó, Houasse desarrolló un sentido realista más refinado que el de los pintores de los Países Bajos. Se inspiró en la obra de Jean-Antoine Watteau y Jean-François de Troy para las poses y expresiones gráciles y elegantes, características que se aprecian, por ejemplo, en la Academia de dibujo (h. 1725, Palacio Real, Madrid), donde Houasse aprovechó seguramente sus experiencias de París, ya que la Academia de San Fernando no se inauguró hasta más de veinticinco años después. Houasse entregó además los cartones para dos series de tapices sobre la historia de Telémaco. 
Es destacable la excepcional Vista del monasterio de San Lorenzo de El Escorial con monje (arriba), que formaba parte de una serie de panoramas de los reales sitios, y donde Houasse logró captar con pinceladas abocetadas y toques breves la atmósfera y la vibración de la luz. En el bienio de 1719 y 1720 ejecuta una pareja de asuntos báquicos, en los que se hace notar su formación francesa, que rememora el clasicismo de ­Nicolas Poussin, así como sus recuerdos italianos, evocadores de ­Tiziano y sus composiciones inspiradas en Ovidio.

Libros: España contra el Imperio otomano

España contra el Imperio otomano

La lucha por el control del mediterráneo del Siglo XVI al XVIII

Juan Carlos Losada
La Esfera de los Libros
Madrid
2021
384 págs.
Durante el siglo XVI, dos grandes imperios iban a chocar, con toda su fuerza y poder, en el Mediterráneo. España se preparaba para batirse con el brazo más potente del Islam durante la época moderna: el Imperio otomano, la Sublime Puerta.
Juan Carlos Losada, uno de los más destacados especialistas en Historia Militar, no solo ofrece al lector un vibrante relato de tres siglos de lucha entre dos potencias por el dominio territorial, el control de las rutas comerciales y la hegemonía militar, sino que también se sumerge en otros aspectos fundamentales como el intercambio cultural, el espionaje, la diplomacia, los desertores o los supervivientes.
Un ensayo total sobre un periodo crucial para el destino de la Monarquía Hispánica y de toda la Cristiandad.
Juan Carlos Losada es doctor en Historia por la Universitat de Barcelona. Especialista en historia contemporánea de España y en historia militar general, ha publicado centenares de artículos en revistas especializadas, así como decenas de libros sobre estos temas. Igualmente ha colaborado en medios como El Mundo, La Vanguardia o El País, así como en cadenas de radio y televisión. Es miembro fundador de la Asociación Española de Historia Militar y actualmente forma parte del equipo docente de un máster en la misma materia de la Universitat Jaume I. En La Esfera ha publicado Los generales de Flandes y, junto a Gabriel Cardona, Malos de la historia de España, así como la novela Sangre y honor.

domingo, julio 25, 2021

Inauguración del portal de Enrique Badosa

Enrique Badosa cultivó la poesía como medio de conocimiento. En palabras del autor, «yo no escribo el poema. El poema me escribe en un doble sentido: en el sentido de que me da a conocer unas realidades y de que me escribe a mí mismo como ser humano». En la poesía de Enrique Badosa destaca su humanidad, mientras la concisión verbal, el ritmo y la expresión exacta de su pensamiento son consustanciales a su arte poética. Su escuela no es otra que la de los clásicos y la de las letras españolas, y la libertad quizá su valor más preciado. Para él, la palabra es la tentación en la que se complace caer una y otra vez, lo que, sin embargo, «no garantiza en absoluto la calidad de lo escrito».
La página de Enrique Badosa forma parte del portal Poesía española contemporánea  y ha sido dirigido por Margarida Trias (Fundació J. V. Foix). En ella podemos encontrar, entre otros contenidos, una semblanza crítica, una selección de textos junto a dos obras como Otra silva de varia lección (1950-2002) y Ya cada día es más de noche. La página cuenta también con una fonoteca y un vídeo con una entrevista realizada el 17 de mayo de 2017. En el apartado de la bibliografía puede consultarse las obras del autor, como poeta y como traductor. Si desea visitar otros poetas, puede hacerlo a través de las páginas de autor de Poesía española contemporánea.

De Wang Wei a Monet, veinte paisajes para pasear la mirada (VIII)

Vista de Delft (Gezicht op Delft) es una obra del pintor holandés Johannes Vermeer. Está realizado en óleo sobre lienzo. Se calcula que fue pintado hacia 1660-1661. Mide 96,5 cm de alto y 115,7 cm de ancho. Se conserva en el Mauritshuis de La Haya, Países Bajos.
Vermeer ejecutó su Vista de Delft en el lugar, pero el instrumento óptico que apuntaba a la ciudad y que proporcionaba al artista el aspecto trasladado al lienzo, que se admira actualmente por su concisión y especial estructura, no era una cámara oscura, sino el telescopio invertido. Solo este último condensa la vista panorámica de un sector determinado, disminuye las figuras del primer plano a una dimensión inferior a la normal, enfatiza el primer plano tal como puede verse en el cuadro y, de la misma manera, hace que el resto de la composición retroceda en el espacio. La imagen así obtenida proporciona efectos ópticos que, sin ser únicos en la pintura holandesa del siglo XVII, como a menudo se ha dicho, transmite un paisaje urbano que está unido en la composición y está envuelto atmosféricamente en una luz brillante.
La ciudad que se puede admirar en este cuadro no es un perfil de un municipio, sino una representación idealizada de Delft, con sus características principales simplificadas y luego encajadas en el marco de una bahía.
Domina el cuadro el cielo rico, lleno de formaciones nubosas avecinándose sobre la ciudad. Se representa una hilera del puerto de Delft, con casas de ladrillo rojo en su mayoría. Detrás de ella puede verse la ciudad y algunas torres. Los muros se reflejan en el agua.
La Vista de Delft es cronológicamente la última pintura de Vermeer ejecutada en una pigmentación rica y plena, con acentos de color puestos con un pincel cargado. El artista se superó a sí mismo con esta representación de su ciudad natal, que permanece como una interpretación verdaderamente grande de la naturaleza.

Libros: Mi jefe es un psicópata

Mi jefe es un psicópata

Cómo el poder transforma a las personas en psicópatas, detéctalos a tiempo
Iñaki Piñuel
La Esfera de los Libros
Madrid
2021
322 págs.
¿Puede una persona normal volverse psicópata? ¿Por qué no es fácil reconocer a un psicópata integrado en el trabajo? ¿Qué es lo que convierte a algunos jefes y directivos en depredadores de sus equipos? 
Camuflados bajo un aspecto encantador y un halo de falsa eficiencia, una nueva raza de psicópatas integrados está alcanzando el poder en las organizaciones. Dotados de un narcisismo extremo y de una formidable capacidad de manipular a los demás de mil maneras para conseguir sus fines, son capaces de usar a la gente sin tener el más mínimo problema de conciencia, destruyendo a todos a su paso.
El doctor Iñaki Piñuel analiza en este libro el funcionamiento típico de los psicópatas integrados en las organizaciones, sus métodos, estrategias y modus operandi. Describe las circunstancias bajo las cuales las personas normales pueden psicopatizarse de forma insidiosa. También ofrece claves esenciales para detectar, confrontar y contener a los jefes psicópatas y así evitar caer víctimas de sus procesos destructivos. Si no los detectamos a tiempo, estamos destinados a convertirnos en sus víctimas.
Iñaki Piñuel es doctor en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y Executive MBA por el Instituto de Empresa de Madrid. Psicoterapeuta, escritor e investigador, está considerado uno de los principales expertos europeos en la investigación y divulgación del acoso psicológico. Su trayectoria como psicólogo clínico abarca veinticinco años como psicoterapeuta, coach, consultor y conferenciante. Ha sido formador y asesor experto de varios organismos nacionales en materia de violencia psicológica en el trabajo y en la educación como el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Ha comparecido como experto en el Senado y el Parlamento. Dirige los Barómetros Cisneros sobre acoso y violencia psicológica en el trabajo y acoso y violencia escolar en la educación desde su labor docente como profesor en la Universidad de Alcalá (Madrid). Fundó el Instituto Iñaki Piñuel (www.inakipinuel.com), un equipo profesional de psicólogos especializado en la evaluación y el tratamiento psicológico de las víctimas de mobbing o acoso psicológico en el trabajo (www.acosopsicologico.com) y de bullying o acoso y violencia escolar (www.acosoescolar.com), así como de los abusos psicopáticos en la pareja (www.inakipinuel.com). Es autor de varios libros sobre temas pioneros en psicología, como son Amor Zero (2016), Las 5 trampas del amor (2017) y Familia Zero (2020) —todos publicados con éxito por esta editorial—, Mobbing: cómo sobrevivir al acoso psicológico en el trabajo (2001) —primer libro en español y referencia sobre acoso laboral— y Liderazgo Zero: el liderazgo más allá del poder, la rivalidad y la violencia (2009), por el que ha recibido el Premio Everis al mejor ensayo empresarial. También es autor del primer test español para detectar el bullying, el  Test AVE© (2006), y es el creador del Método AVE© para prevenir el acoso y la violencia escolar en los centros educativos. Conferenciante y youtuber habitual de temas de psicología en los medios de comunicación, reparte su dedicación profesional entre la investigación y divulgación internacional de los problemas de acoso y la ayuda profesional terapéutica clínica y pericial a las víctimas de mobbing, bullying y de los psicópatas integrados en pareja (amor Zero), coordinando un equipo internacional de profesionales especializados en España y en otros países a través del Instituto Iñaki Piñuel.

sábado, julio 24, 2021

Melilla: Presentación de libros

 

Santa María de la Vid (Burgos)

De Wang Wei a Monet, veinte paisajes para pasear la mirada (VII)

Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (Sevilla, 1599 - Madrid, 1660), adoptó el apellido de su madre, según uso frecuente en Andalucía, firmando "Diego Velázquez" o "Diego de Silva Velázquez". Estudió y practicó el arte de la pintura en su ciudad natal hasta cumplir los veinticuatro años, cuando se trasladó con su familia a Madrid y entró a servir al rey desde entonces hasta su muerte en 1660. Gran parte de su obra iba destinada a las colecciones reales y pasó luego al Prado, donde se conserva. La mayoría de los cuadros pintados en Sevilla, en cambio, ha ido a parar a colecciones extranjeras, sobre todo a partir del siglo XIX. A pesar del creciente número de documentos que tenemos relacionados con la vida y obra del pintor, dependemos para muchos datos de sus primeros biógrafos. Francisco Pacheco, maestro y después suegro de Velázquez, en un tratado terminado en 1638 y publicado en 1649, da importantes fragmentos de información acerca de su aprendizaje, sus primeros años en la corte y su primer viaje a Italia, con muchos detalles personales.
Obra maestra de la historia del paisaje occidental en la que Velázquez plasmó su idea del paisaje sin una excusa narrativa que lo justifique. Esta vista romana y su compañera (P01211), son dos de los cuadros más singulares de Velázquez. Ambos tienen como tema una combinación de arquitectura, vegetación, escultura y personajes vivos que se integran de manera natural en un ámbito ajardinado. La luz y el aire, como repiten incasablemente los críticos, son también protagonistas de estos cuadros. También se ha insistido secularmente en la voluntad que parece latir en ellos de plasmar un momento concreto, es decir, de describir unas circunstancias atmosféricas determinadas, lo que ha llevado a la teoría de que nos encontramos ante una representación de la "tarde" y el "mediodía", anticipando lo que haría Monet más de dos siglos más tarde con sus famosas series de la Catedral de Rouen. Como motivo común a los dos cuadros, Velázquez utiliza una serliana o estructura arquitectónica que resulta de la combinación de un hueco en el centro culminado por un arco de medio punto, flanqueado a ambos lados por sendos huecos adintelados. En un caso se trata de una serliana cerrada, que actúa como un muro opaco.
Son cuadros que representan de manera fiel otros tantos rincones de la Villa Médicis, uno de los palacios más importantes de Roma. En ellos aparentemente no existe un tema identificable, pues los personajes que los pueblan vagan por el jardín sin interpretar una historia concreta. En un caso, lo que se ha supuesto una lavandera parece extender una sábana sobre la balaustrada, mientras dos hombres abajo conversan quizá sobre la arquitectura que contemplan. A su lado un busto clásico (probablemente un hermes) asoma entre el seto, y en la pared una hornacina con una escultura que nos recuerda el prestigio del lugar como depositario de una espléndida colección de estatuaria antigua.
Dos son los factores que singularizan estas obras en relación al contexto de la pintura de su tiempo, además de su altísima calidad. En primer lugar, la ausencia de tema. En el siglo XVII el paisaje se convirtió en un género pictórico de relativa importancia, sin embargo, muy rara vez la representación de la Naturaleza en un lienzo, se justificaba por sí misma, pues en general debía estar acompañada de una "historia" mitológica, sagrada etc. que justificara el cuadro. El paisaje en sí mismo no se consideraba un tema digno de ser representado a no ser que estuviera arropado por una excusa narrativa o fuera una vista urbana o monumental. Velázquez, por tanto, transmite una visión más directa de la naturaleza. A ello contribuye el segundo de los factores que otorgan a estas vistas un estatus pictórico singular: aunque se sabe de artistas como Claudio de Lorena, que salían al campo a tomar apuntes directos del paisaje en sus cuadernos, son rarísimos los casos en los que el pintor se plantaba con sus útiles de pintar delante del motivo y atacaba directamente el lienzo, como hizo el pintor sevillano en estos dos casos. También resulta muy singular en estas obras el tipo de impresión que se trata de transmisor de la naturaleza: no es una visión inmutable e intemporal de un fragmento de jardín, sino que parece existir la voluntad de reflejar la experiencia de un momento.
Es muy poco lo que se conoce sobre estas obras. El primer problema que se plantea es el de su propia naturaleza o función como pintura. Se ha pensado que se trataban de sendos bocetos que haría el pintor con vistas a poder utilizarlos en composiciones más extensas, pero actualmente se tiende a pensar que se trata de cuadros acabados y justificables en sí mismos. Existen discrepancias en lo que se refiere a las fechas de su ejecución. Está claro que fueron realizados durante uno de sus dos viajes a Roma, y a partir de esta premisa se han barajado las distintas posibilidades.
Los datos que hablan de una datación temprana son los más consistentes, y se basan en consideraciones estilísticas y documentales. Desde un punto de vista técnico, hay que señalar que las obras están pintadas sobre una preparación marrón, similar a la que Velázquez utilizó en su primer viaje a Italia, y que no volvería a usar desde su vuelta a Madrid en 1631. Estilísticamente, estas obras son coherentes con el paisaje que aparece en La túnica de José, que realizó en este viaje (Monasterio del Escorial), o con el fondo de la Tentación de Santo Tomás de Aquino (Orihuela, Museo Diocesano) y, como demostró Milicua, también tiene relación con paisajes próximos a Agostino Tassi. Los apoyos técnicos se basan en la noticia de que durante el primer viaje Velázquez habitó durante dos meses en la Villa Medici, y en un documento de 1634 por el que el protonotario Jerónimo de Villanueva adquirió del pintor para Felipe IV cuatro paisillos. Los defensores de la hipótesis del segundo viaje se apoyan en los caracteres estilísticos de estos lienzos, concretamente estos se basan en lo avanzado de su estilo y en el hecho de que en esa época la gruta a la que da acceso la serliana estaba en obras.
En cualquier caso, se trata de dos obras maestras de la historia del paisaje occidental, que anticipan algunas fórmulas pictóricas del siglo XIX, si bien su valor no ha de hallar se tanto en ese carácter precursor cuanto en su propia calidad como obras de arte en las que su autor ha sabido expresar de una manera original y personalísima su concepción del paisaje. 

Libros: Historia de la Policía Nacional

Historia de la Policía Nacional

Desde su fundación en 1824 hasta la actualidad

José Eugenio Fernández Barallobre
La Esfera de los Libros
Madrid
2021
648 págs.
40 ilustraciones 
El Cuerpo Nacional de Policía nos acompaña, en sus distintas denominaciones, desde 1824. Hombres y mujeres al servicio de todos los españoles, que les ha llevado a ser considerados una de las instituciones públicas más valoradas por los ciudadanos.
José Eugenio Fernández Barallobre, inspector y uno de los historiadores policiales más reconocidos, acerca al lector esta monumental historia, profusamente ilustrada, de la Policía Nacional. Con gran minuciosidad y erudición construye un relato que abarca desde la creación de las diferentes unidades y su trayectoria histórica hasta su uniformidad, los reglamentos o los servicios prestados. Un verdadero homenaje a esta fuerza de seguridad pública que está llamada a convertirse en el libro más importante sobre la Policía española.
José Eugenio Fernández Barallobre (La Coruña, 1951) es inspector del Cuerpo Nacional de Policía y alférez (RH) de Infantería de Marina. También es miembro de la Asociación Española de Militares Escritores y colaborador habitual de la Revista Policía, del Boletín de Infantería de Marina y de El Correo de España. Es autor de varios libros relacionados con la policía española entre los que destacan El Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII (1908-1931), La uniformidad del Cuerpo de Seguridad en el reinado de Alfonso XIII (1887-1931), Catálogo del Museo Policial de La Jefatura Superior de Policía de Galicia. Es administrador del sitio web «Una historia de la Policía Nacional»  https://cnpjefb.blogspot.com

viernes, julio 23, 2021

De Wang Wei a Monet, veinte paisajes para pasear la mirada (VI)

Noicolas Poussin (Les Andelys, Normandía, 1594 - Roma, 1665), es el pintor más importante del siglo XVII francés y el maestro fundamental del clasicismo. Se formó en su región de nacimiento con un autor tardo-manierista y más tarde en París. Gracias a la amistad que le unía con el poeta Giambattista Marino viajó a la península Itálica y se introdujo en los medios romanos intelectuales más avanzados, conociendo al tiempo a los mecenas y protectores de las artes en la Ciudad Eterna, donde se estableció. El éxito de Poussin radica en el rechazo del caravaggismo, que comenzaba a pasar de moda, y en la adopción de los grandes ejemplos del Renacimiento, modernizados en un sentido clasicista barroco templado. Admirador de Giulio Romano, y sobre todo de Rafael, se dedicó a un clasicismo puro influido por Domenichino y por otros pintores de espíritu similar; así pronto poseyó una expresión artística personal, nacida del conocimiento de la antigüedad clásica -estudió textos, esculturas, bajorrelieves y restos arquitectónicos-, y de la profunda observación de la naturaleza. Su estiló se fue rodeando de un aura erudita de origen grecolatino y sus escenas comenzaron a aparecer compuestas con mesura y equilibrio. Hacia 1630 la influencia veneciana que alcanza a los autores del ámbito romano, enriqueció la intelectualizada estética del pintor revitalizando sus experiencias por medio del color. A lo largo de su vida ejecutó tanto escenas alegóricas, mitológicas o históricas, destinadas a una clientela escogida y culta formada por gentes letradas, como pinturas religiosas, dotadas de solemne monumentalidad, aunque a menudo frías. Aparte de estos temas se dedicó ampliamente al paisaje, unas veces como fondo de sus composiciones, y otras en calidad de verdadero protagonista; sus panoramas, bellísimos, son de una construcción lógica admirable, serenos o tempestuosos, pero con un aire de consciente intemporalidad. Poussin es el prototipo del artista filósofo, preocupado por la expresión de su arte, al que dotó de un sobrio contenido moral. Cada una de sus obras simboliza una acción humana que transmite un mensaje de notable hondura espiritual. Sus ideas se independizan del azar y sus composiciones se muestran pensadas hasta en los menores detalles. Vivió siempre en Roma, salvo un breve intermedio en París, entre 1640 y 1642. El Museo del Prado posee un conjunto de obras maestras de su mano de gran importancia y también algunas de ciertos colaboradores, seguidores e imitadores bien identificados
Paisaje con edificios (1648-1651). Óleo sobre lienzo. Museo Nacional del Prado. Madrid, España
Vista de un valle surcado por un río, en cuyas orillas se sitúan varios edificios, enmarcados por árboles y montañas en el horizonte. En primer plano aparecen tres personas sentadas y dos acompañadas de caballos. Podría tratarse de la representación del viaje a Atenas del filósofo cínico Diógenes de Sinope (siglo IV a. C), ejemplo clásico de honestidad y rebeldía hacia lo artificial de la civilización. Como muestra de renuncia hacia cualquier lujo, se le suele representar con una tosca capa como única vestimenta. Se conserva un grabado de esta obra realizado por Chtillon. Este cuadro se cita en el inventario de 1746 de la colección del rey Felipe V en el Palacio de La Granja de San Ildefonso.

Libros: Las desventuras de un dandy enamorado

Las desventuras de un dandy enamorado

Luis Tulsa
Reino de Cordelia
Madrid
2021
272 págs.
Prólogo de Rolando Guevara
LOS VERSOS DE CORDELIA acoge a un nuevo valor de la poesía en español, un poeta chileno afincado radicalmente en Madrid desde muy pronto. Segundo libro de versos del joven poeta de Valparaíso, en esta nueva obra, Las desventuras de un dandy enamorado, el autor sigue doliéndose de la realidad que le circunda, lo que algunos críticos ya han definido como la «lírica de la desesperación». A la vez popular y distinguido, su estilo pasa del aliento de Keats al de Bukowski sin solución de continuidad, lo que convierte a su voz poética en el grito pornográfico y carnal de un artista apaleado. Ahora, en este inventario de sueños y fracasos, alegrías y tristezas, Tulsa no abandona sus raíces, pero, con su renovada vocación de madrileño, busca en el lenguaje la única manera de redimirse de los misterios del Ser y la tierra baldía del Estar.
Luis Tulsa (Valparaíso, Chile, 1993) Reside en Madrid desde su adolescencia. Es graduado en Filología Hispánica por la Universidad Complutense. Ha trabajado en una gasolinera y actualmente es repartidor de Glovo. Su primer libro, que obtuvo un rotundo éxito de crítica, se tituló Las pesadillas de un artista del siglo XXI y fue publicado en Sevilla en 2017 con una beca a la creación literaria concedida por la Diputación Provincial. De él se ha dicho que tuvo un debut sólido y firme (J. L.Morante), que parece haberlo leído todo (E. Villagrasa) y que nadie antes había conseguido que el registro bajo y el alto se diesen la mano de una manera tan natural (R. Guevara). Las desventuras de un dandy enamorado es el segundo libro de un poeta cuya voz ha llegado para quedarse.

jueves, julio 22, 2021

Guadalajara, capital invitada en LIBER 2021

Guadalajara, capital del estado mexicano de Jalisco, será la ciudad invitada de honor de LIBER 2021 que, organizada por Ifema Madrid y promovida por FGEE, se celebrará este año en la capital española del 13 al 15 de octubre. 
LIBER 2021, la Feria Internacional del Libro que tradicionalmente alterna su celebración con Barcelona, vuelve a Madrid para seguir siendo el gran escaparate del sector del libro en español. Y lo hace tras la celebración en 2020 de LIBERDIGITAL, realizada en formato 100% digital, que contó con la participación de 187 empresas expositoras de 8 países, y 2.102 profesionales de 50 territorios diferentes, entre los que destacaron Argentina, México, Colombia y Estados Unidos.
Ahora, su 39ª edición, organizada por IFEMA y promovida por la Federación de Gremios de Editores de España – FGEE-, se celebrará en Madrid de manera presencial e incorporando las ventajas del formato digital contando con Guadalajara, México, como Ciudad Invitada en Liber 2021. Esta convocatoria supondrá el mayor encuentro internacional del libro en español, con capacidad de ofrecer oportunidades de negocio a las principales empresas editoriales y dinamizar el mercado del libro. 
LIBER 2021 es una feria patrocinada por el Ministerio de Cultura y Deporte,  ICEX España Exportación e Inversiones, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Madrid, Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO). Asimismo cuenta con la colaboración de Acción Cultural Española (AC/E) y de la Asociación de Editores de Madrid.

De Wang Wei a Monet, veinte paisajes para pasear la mirada (V)

El artista holandés Rembrandt van Rijn ha pasado a la historia del arte como uno de los grandes pintores del Barroco holandés y europeo. Tal vez sus telas más afamadas sean sus escenas con personajes mitológicos como Artemisa o sus cuadros que nos presentan episodios de la sociedad de su tiempo, como La lección de anatomía.
Sin embargo, tal era la maestría de Rembrandt que también fue un consumado paisajista, y no fueron pocas las obras en las que únicamente pinta un paisaje sin personaje alguno. Una de estas telas es este Paisaje tempestuoso de 1638.
Sus cuadros de paisaje por regla general nos presentan ambientes otoñales y también de invierno. Algo muy adecuado al propio carácter personal de Rembrandt, que de alguna forma vuelca su personalidad, un tanto triste, en este tipo de paisajes un tanto tristes, principalmente inspirados en las zonas de los alrededores de Amsterdam, ciudad en la que residía.
En realidad, en una obra como ésta de Paisaje tempestuoso, nos está contando una especie de drama, pero aquí no aparecen como en otros de sus cuadros héroes mitológicos ni personajes reales. Los héroes en esta escena son las formas. Y las condiciones de ese drama es capaz de crearlas con las variaciones de pocos colores, prácticamente un único color en múltiples variaciones y tonos. Y sólo con eso es capaz de enfriar o calentar ciertos puntos de la escena, no a base de la intensidad de la luz, sino con las diferentes pastosidades de la mancha de color. Evidentemente estos efectos son muy difíciles de apreciar en una reproducción digital como la que acompaña estas líneas, pero cuando se observa con detenimiento el cuadro en la realidad, se comprende su maestría con la aplicación de manchas de color.

Libros: Hiroshige

Hiroshige

Yone Noguchi
Traducción de Ander Gondra Aguirre
Edición de David Almazán Tomás
Sanss Soleil
Vitoria-Gazteiz
2021
148 págs.
Hiroshige, el gran maestro del paisaje japonés, nos enseña a contemplar la naturaleza a través del delicado susurro de su pincel.
La obra del escritor y crítico Yone Noguchi puede considerarse un puente entre Oriente y Occidente. En sus incontables viajes por el mundo, y gracias a sus libros, se convirtió en el gran difusor del arte y la cultura japonesas de su tiempo. Y de entre todos los maestros del grabado japonés acerca de los cuales escribió, siempre manifestó una especial atracción por el genial Hiroshige, cuyo maravilloso manejo de los pigmentos y la composición le garantizó un merecido puesto entre los grandes nombres del arte universal.
Este libro presenta por primera vez en lengua castellana los principales textos de Yone Noguchi sobre la obra de Hiroshige, acompañados de infinidad de estampas e imágenes que permiten conocer la vida de un artista que murió plenamente feliz en el momento en el que dominó su arte más elevado; el arte más puro de la simplicidad.
Utagawa Hiroshige (1797-1858) ha sido, junto con Hokusai, el más admirado de los paisajistas de la estampa japonesa ukiyo-e del período Edo (1615-1868). Célebre por sus series Cincuenta y tres estaciones del Tokaido o por sus Cien vistas famosas de Edo, siempre se ha reconocido en Hiroshige una gran capacidad para el dibujo, un gran sentido del color y, sobre todo, una gran sensibilidad poética para captar la belleza de la naturaleza en cualquier momento. Fue un apasionado viajero por los caminos del país, que recorrió tomando apuntes de los paisajes más singulares. Fuera de Japón sus estampas también fueron muy populares, despertándose un fervoroso coleccionismo por sus obras, las cuales influyeron a los principales artistas de la segunda mitad del siglo XIX, en especial a Whistler, Monet y Van Gogh, entre otros.
Noguchi Yonegiro (1875-1947), más conocido en Occidente como Yone Noguchi, fue un poeta, escritor y crítico de arte con una vida singular, marcada por sus viajes por Estados Unidos y por Europa en la era Meji (1868-1912) y por su dominio de la lengua inglesa, que le permitió convertirse en uno de los más destacados divulgadores de la cultura nipona en el mundo. Escribió varios libros sobre arte japonés, pero su artista preferido y al que más estudios dedicó fue a Hiroshige, entre los que destacamos los que publicó en 1921 y 1940 con el título de Hiroshige. Para Noguchi, Hiroshige era el pintor que mejor  representaba el genio japonés, pues su obra logra una perfecta comunión entre los seres humanos y la Naturaleza. Desde sus escritos, que se publicaron en libros y revistas del todo el mundo, Noguchi popularizó la visión de Hiroshige como un auténtico poeta de los pinceles.

miércoles, julio 21, 2021

Premio a la mejor encuadernación artística 2021


El premio se convoca con carácter anual y tiene por objeto galardonar las mejores encuadernaciones artísticas, a fin de  reconocer la labor de los artistas en este campo. En esta ocasión, los participantes debían trabajar sobre la obra «Todos los rostros del pasado: antología poética», del Premio Cervantes Francisco Brines.  Guadalupe Roldán Morales ha obtenido el primer premio por la encuadernación presentada bajo el lema ‘MATERA’. El jurado ha estado presidido por María José Gálvez, directora general del Libro y Fomento de la Lectura, y ha actuado como vicepresidenta Begoña Cerro, subdirectora de Promoción del Libro, la Lectura y las Letras Españolas.

De Wang Wei a Monet, veinte paisajes para pasear la mirada (IV)

Esta Vista de Toledo es uno de los dos cuadros que, con el mismo título y tema, pintó El Greco (Domenikos Theotokopoulos, 1541-1614). Se trata de un cuadro al óleo sobre tela de 121 centímetros de alto y x 106 cm de ancho realizado entre los años 1598 y 1599. Se conserva en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos, donde se exhibe con el título View of Toledo y a veces llamado Toledo in a Storm (Toledo en una tormenta).
Pintado en un estilo manierista, o incluso barroco, el cuadro representa la ciudad de Toledo. Adopta un punto de vista bajo.​ No obstante, la obra se toma algunas libertades en relación con la verdadera disposición de Toledo. Algunos edificios están representados en posiciones diferentes a las de su verdadera ubicación, pero fielmente representa el castillo de San Servando a la izquierda. Por debajo de él, están representados otros edificios, quizá inventados por el pintor. A la derecha se ve el Alcázar y la catedral con su campanario; en el centro se ve el corte del Tajo, atravesando el puente de Alcántara. Los monumentos están iluminados por una luz fantasmagórica que retrata sus perfiles nítidamente.
Es uno de los dos paisajes que quedan pintados por El Greco. El otro, titulado Vista y Plano de Toledo, se conserva en el Museo del Greco de Toledo (España). No obstante, este es el único de los dos que plasma la ciudad en «una pura representación paisajística».​ Es uno de los primeros paisajes de la historia de la pintura, ya que no era un género que, por sí mismo, se cultivara en el Renacimiento o el Manierismo. Se desconoce lo que el pintor pretendía con este cuadro.1​ Junto a La noche estrellada de Vincent van Gogh y algunos paisajes de Joseph Turner, se encuentra entre las mejores representaciones del cielo en el arte occidental, y presenta fuertes contrastes de color entre el cielo y las colinas que quedan debajo de él. El cielo, muy amplio, se pinta a grandes manchas, unas azules, otras representando nubes, con una gran abstracción.
Fue un cuadro admirado por los pintores expresionistas y surrealistas. La firma del Greco aparece en la esquina inferior derecha.

Libros: Bajo la sombra del Vesubio

Bajo la sombra del Vesubio

Daisy Dunn
Traducción de Victoria León
Siruela
Madrid
2021
344 págs. 
Cuando Plinio el Viejo, viajero, historiador y almirante de la flota imperial, murió en Estabia durante la famosa erupción del Vesubio en el año 79, dejó tras de sí los treinta y siete libros de su Historia natural —un fabuloso compendio que abarca conocimientos sobre materias de todo orden, desde la luna o el reino vegetal hasta la eficacia de los ciempiés en la curación de úlceras— y un sobrino adolescente que lo veneraba.
Plinio el Joven heredó entonces los cuadernos de su tío —repletos de sabiduría y brillantes intuiciones— y se esforzaría durante toda su vida por mantener vivo su legado. Amigo del historiador Tácito, del biógrafo Suetonio y del poeta Marcial, fue además coleccionista de villas, abogado, senador y cronista del Imperio romano, desde los oscuros días de terror bajo
el mandato de Domiciano hasta los más apacibles tiempos del emperador Trajano.
Bajo la sombra del Vesubio es una biografía narrativa y dual que, entretejiendo las cartas de Plinio el Joven con extractos de los libros de Plinio el Viejo, devuelve la vida al padre y al hijo adoptivo, al mentor y al discípulo, a dos de las mentes más brillantes de la Antigüedad clásica, a la vez que despliega a través de su mirada el fascinante panorama de la Roma del siglo I d. C.
Daisy Dunn licenciada en Clásicas por la Universidad de Oxford, ha cursado un máster en Historia del Arte en el Courtauld Institute y obtenido el doctorado en Clásicas e Historia del Arte en el University College de Londres. Es autora de varias obras sobre el mundo grecolatino y colabora habitualmente en medios como Daily Telegraph, Newsweek, Spectator o Times Literary Supplement.