lunes, febrero 29, 2016

Melilla: Concurso

Arte: Dióscoro Puebla

Dióscoro Teófilo Puebla Tolín (Melgar de Fernamental, Burgos, 25 de febrero de 1831 - Madrid, 24 de octubre de 1901) fue un pintor español de la época del eclecticismo. Maestro de pintores y académico, conocido durante su vida artística en el siglo XIX y siglo XX como Dióscoro Puebla, su obra sobresale en composiciones de pintura histórica, de género, literarios, retratos y temas fantásticos.
Primer desembarco de Cristóbal Colón en América, 1862. 
Compromiso de Caspe, 1867. Óleo sobre lienzo. Palacio de las Cortes Españolas, Madrid, España
Las hijas del Cid, 1871. Óleo sobre lienzo. Museo del Prado, Madrid, España 

Melilla: Tributo a The Doors

viernes, febrero 26, 2016

Antiguo Egipto (XLIV): El origen del mundo

La leyenda del dios Ra narra el origen del mundo. Al principio de los tiempos sólo existía oscuridad, las tinieblas y un océano, llamado Nun. El poder de Nun era tan grande que desde el interior de la penumbra hizo brotar un huevo grande y brillante. Y del interior de ese huevo surgió Ra. 
Ra "gran dios" anónimo, demiurgo, dios del cielo, dios del sol y del origen de la vida en la mitología egipcia. Ra era el símbolo de la luz solar, dador de vida, así como responsable del ciclo de la muerte y la resurrección. 
Ra tenía el poder de hacer lo que quisiera, incluso cambiar de forma. Lo que él nombraba, adquiría forma y se volvía real. Era tan importante el poder del nombre, que guardaba bien secreto su propio nombre para que nadie pudiera usarlo.
Ra se dispuso a crear el sol diciendo: “Al amanecer me llamo Kephera, al mediodía Ra y al atardecer Tem”. Y entonces, el sol apareció por primera vez iluminando la oscuridad, se elevó sobre el horizonte y al atardecer descendió para volver a ocultarse. Luego nombró a Shu, y los vientos se congregaron por primera vez y comenzaron a soplar.
Ojo de Ra
Cuando Ra nombró a Tefnut, la lluvia se hizo presente con sus gotas. Más tarde nombró a Geb y con solo nombrarlo, se formó la tierra y para hacerle compañía nombró a la diosa Nut, y el firmamento se arqueó sobre la tierra.
Cuando quiso coronar a Egipto con el río Nilo, nombró a Hapi. Y el Nilo comenzó a fluir a través de Egipto fertilizando su amplio valle. Ra, comenzó a nombrar una por una todas las cosas que existen sobre la tierra y estas se hicieron visibles y crecieron. Finalmente les dio nombre a los hombres y a las mujeres, y desde entonces la humanidad pobló la tierra.
Cuando creó a los hombres y las mujeres, Ra tomó apariencia humana y se convirtió en el primer faraón de Egipto. Ra gobernó Egipto durante miles de años llevando bienestar y prosperidad a sus habitantes gracias a las fabulosas cosechas y a sus magníficas leyes. Los egipcios solo tenían palabras de agradecimiento y no dejaban de ensalzar su nombre. No obstante, Ra conservaba su nombre en secreto para poder dirigir el mundo en paz.
Pero, Ra envejeció y no pudo mantener el control sobre la humanidad, por lo que ésta comenzó a burlarse de él y a incumplir las leyes. Ra envió a suhija Sejmet (Sekhmet), la más fiera de todas las diosas, cual leona que persigue su presa y se deleita en la matanza y en la sangre. Siguiendo las órdenes de Ra, desencadenó su furia sobre todos los que ridiculizaron a su padre, sembrando el terror y la desesperación en todo Egipto. Los hombres huían a esconderse, pero la diosa Sekhmet, los perseguía y los asesinaba relamiéndose con la sangre.
Ra seguía envejeciendo y llegaba el momento en que tendría que abandonar su forma humana y gobernar desde los cielos. Sin embargo, no podía traspasar su poder a nadie, ya que sólo él conocía su nombre.
Sejmet o Sekhmet como mujer con cabeza de leona, usando el disco solar y el uraeus.
El dios Geb se unió con Nut y tuvieron varios hijos: Isis, Osiris, Neftis y Seth. Isis era la más sabia de todos ellos. Isis conocía todos los secretos del cielo y de la tierra, pero lo que no conocía era el nombre secreto de Ra y se propuso descubrirlo.
El dios solar fue mordido por una serpiente, una cobra mágica, creada por Isis a partir de una gota de saliva de Ra. El veneno corrió rápidamente por el cuerpo de Ra, provocándole un dolor hasta ahora desconocido. Ra gritó con todas sus fuerzas y los dioses corrieron a su encuentro. Isis le advirtió que sólo podía salvarse si alguien lo llamaba por su nombre secreto. 
Viaje de Ra atravesando el submundo en su barca solar
Ra hizo que la diosa se acercara a su pecho y, cuando el corazón de ella lo escuchó, Isis pronunció un conjuro que sano al viejo dios. Ra se sintió bien, pero dejó de reinar sobre Egipto. Desde entonces, Ra navega con una barca que atraviesa el cielo de este a oeste cada día.
Un viaje que emprende todas las noches

Libros: Tristán en Egipto

Tristán en Egipto

Carlos Romeu
Ediciones SM
Madrid
2005
160 págs.
Tristán es un adolescente que vive prácticamente solo con su fiel sirvienta Fermina, ya que sus padres, debido a sus abrumadoras ocupaciones laborales, casi siempre se encuentran fuera de casa. Cierto día recibe un fax de su padre, diplomático de profesión, en el que se pide que venga a pasar con él un puente a Egipto, y Tristán se las arregla para que le acompañen sus amigos Violeta y Guillermo. Nada más salir del aeropuerto de El Cairo un contrabandista de obras de arte choca con el atolondrado Guillermo y gracias a ello es detenido por la policía. Tristán repara en que al individuo se le ha caído un escarabajo de oro y decide llevárselo al día siguiente a su amigo Tarik, egiptólogo que trabaja en el Museo de El Cairo, a fin de que lo catalogue. Pero esa misma noche, en un restaurante, una voluminosa y terrorífica alemana (Gertrud) y un siniestro árabe, miembros también de la banda de contrabandistas, les ven el valioso escarabajo e intentan arrebatárselo por todos los medios; pues, según confirma Tarik, se trata de una joya perteneciente al faraón Uemor IV, cuyo tesoro está siendo esquilmado por los saqueadores, puesto que únicamente ellos saben dónde se halla. Nuestros amigos siguen viajando por Egipto y quiere la casualidad que en una tienda de antigüedades de Luxor encuentren un bastón de oro con los mismos símbolos que el escarabajo, por lo que deducen que el avieso anticuario es el que conoce el paradero de la tumba de Uemor y el que suministra sus cotizadísimas piezas a los contrabandistas. Así que los tres jóvenes idean un plan, gracias al cual es descubierto el tesoro del faraón y son detenidos varios de los malhechores, aunque para ello tengan que poner su vida en serio peligro.
Carlos Romeu nació en Barcelona. Titulado en periodismo por el CPC. Tras unos inicios realizando todo tipo de trabajos, que compatibilizaba con el dibujo, publica por primera vez en 1972, y a partir de ese momento, colabora en unos sesenta medios diferentes. Es cofundador de las revistas Muchas gracias, Matarratos y El Jueves  Ha hecho radio junto a Jordi Estadella. En televisión fue guionista de más o menos 600 programas. Hoy, además de su chiste diario en El País y su página central en su suplemento dominical, publica en Muy interesante.

jueves, febrero 25, 2016

Arte: Kees van Dongen

Kees van Dongen es el seudónimo del pintor Cornelis Théodorus Marie van Dongen (Róterdam, Holanda, 26 de enero de 1877 - Mónaco, 28 de mayo de 1968). Establecido en París en 1897, obtuvo la nacionalidad francesa en 1929. Fue miembro del grupo fauvista y, por un breve período, del movimiento expresionista alemán Die Brücke.
Mujer con un gran sombrero, 1906
Retrato de Daniel-Henry Kahnweiler, 1907-1908. Óleo sobre lienzo.
Museo del Petit Palais, Ginebra, Suiza
Las luchadoras (Luchadoras del Tabarin), 1907-1908. Óleo sobre lienzo. Nouveau Musée National de Monaco.
La bailaora Anita, 1907-1908. Óleo sobre lienzo.
Statens Museum for Kunst, Copenhagen, Dinamarca
La esfinge o Mujer con crisantemos o Retrato de Renée Maha, 1921. Óleo sobre lienzo.
Museo de Arte Moderno de la villa de París, París, Francia

Libros: Algunos hombres buenos

La editorial Espasa publica Algunos hombres buenos. Historias de mujeres y hombres que pusieron la justicia por encima de las ideologías durante la Guerra Civil, un libro escrito por el profesor Octavio Ruiz-Manjón.
La obra retrata a hombres y mujeres que, durante los años que duró el conflicto bélico, no se dejaron llevar por el clima de odio que se generalizó. Arriesgando en ocasiones su propia vida, se convirtieron, en cierto modo, en héroes anónimos que salvaron de una muerte segura a centenares de personas, independientemente del bando contendiente al que pertenecieran.
El libro, que repasa importantes acontecimientos históricos, plantea una pregunta que puede aplicarse a muchas otras situaciones: ¿se puede alegar que es imposible resistir a las presiones sociales y dejar de distinguir entre lo que está bien y lo que está mal?

Melilla: Curso

miércoles, febrero 24, 2016

Libros: Borrados

Borrados

Omer Bartov
Malpaso
Barcelona
2016
249 págs.
Una seria investigación sobre la aniquilación de los judíos en Ucrania, fundamental para entender el Holocausto y su memoria. Bartov combina la erudición con la vivencia personal y logra un texto sorprendente, entre la crónica y lo autobiográfico.
Borrados es una fascinante crónica de viaje, un erudito libro de historia y una secreta autobiografía familiar. El proyecto nació cuando Bartov, ya profesor de prestigio, comenzó a interrogar a su familia de Israel acerca de sus orígenes europeos. Las respuestas le condujeron a la exploración, en el terreno y en los archivos, en los paisajes y en los libros, en los monumentos y en los testimonios, de uno de los capítulos más vergonzosos de la historia del siglo XX.
En Ucrania (antigua Galitzia) el genocidio nazi no fue industrial y metódico, sino terriblemente humano, apasionado, casi íntimo, en forma de masacres sucesivas que tuvieron beneficiarios, políticos y económicos. Pero el pasado judío ha sido sistemáticamente borrado, no quedan más que vestigios y unos pocos relatos dispersos. Borrados rescata los ecos de lo ocurrido que, en forma de pequeñas claves, nos ayudan a interpretar el presente y a construir nuestra memoria histórica.
Omer Bartov (Israel, 1954) es uno de los máximos expertos internacionales en la Segunda Guerra Mundial y el exterminio de los judíos europeos por parte de los nazis. Formado en Tel Aviv y en Oxford, profesor distinguido John P. Birkelund de Historia Europea y de Estudios Alemanes en la Universidad de Brown, es autor de obras como The Eastern Front, 1941-1945, Murder in Our Midst: The Holocaust, Industrial Killing, Hitler’s Army. Borrados es su primer libro publicado en español.

Arte: James McNeill Whistler

James Abbott McNeill Whistler (Lowell, Massachusetts, Estados Unidos, 11 de julio de 1834-Londres, 17 de julio de 1903) fue un pintor estadounidense ligado a los movimientos simbolista e impresionista. Desarrolló la mayor parte de su carrera en Francia e Inglaterra. Destacó principalmente como retratista y también como grabador.
Whistler en su estudio, autorretrato, 1865. Óleo sobre lienzo.
Arreglo en gris - Autorretrato, 1872. Óleo sobre lienzo. Institute of Arts, Detroit, Michigan Estados Unidos.
La carreta, Bruselas, 1887. Grabado y punta seca. Museo de Arte del Condado de Los Angeles, California, Estados Unidos
Gris y Plata - La Playa de Battersea, 1863. Óleo sobre lienzo. Instituto de Arte, Chicago, Estados Unidos
Arreglo en gris y negro n°1, popularmente conocido como La madre de Whistler, Óleo sobre lienzo.1881. Museo d'Orsay, París, Francia
Nocturno en negro y oro: el cohete cayendo, 1874. Óleo sobre madera. Institute of Arts, Detroit, Michigan, Estados Unidos
Sinfonía en blanco n° 2 (La chica en blanco), versión completa, 1864.
Retrato de Lady Meux,1881-1882. Óleo sobre lienzo. Colección Frick,
Nueva York, Estados Unidos
Princesa del País de la Porcelana, 1863-1864. Óleo sobre tela. Galería Freer,
Washington, Estados Unidos
Retrato de Théodore Duret, 1883. Óleo sobre lienzo
Metropolitan Museum of Art, Nueva York, Estados Unido
s
Autorretrato con sombrero, 1858. Galería Freer, Washington, Estados Unidos
Marrón y plata, puente Old Battersea, 1859.

martes, febrero 23, 2016

Libros: ¿A dónde va la historia?

¿A dónde va la historia?

Dilemas y esperanzas

Rémi Brague
Encuentro
Madrid
2016
142 págs.
Una reflexión sobre el sentido de la historia hoy.
La documentación y el estudio del pasado forman parte de la tradición humana desde hace siglos. Sin embargo, la idea de que el conocimiento de la historia puede darnos luz sobre la vida actual y sobre cómo proceder en el futuro está cayendo en desuso. 
En este libro-entrevista Rémi Brague, uno de los pensa­dores más originales de nuestro tiempo, realiza una interesante reflexión sobre el sentido de la historia para el hombre «posmo­derno», quien considera ingenuo todo intento de buscar en ella el reflejo de un significado o los motivos para una esperanza. A partir de esto, Brague aborda cuestiones tan candentes como la posibilidad de diálogo con el islam y la convivencia entre las tres grandes religiones, la vocación histórica de Europa o la situación actual del hombre y su pervivencia ante los avances en el campo de la neurociencia.
Rémi Brague (París, 1947), es profesor emérito de Filosofía Medieval en la Sorbona de París. Fue titular entre 2002 y 2012 de la «Cátedra Guardini» en la Universidad Ludwig-Maximilians de Munich. En 2012 recibió el premio Ratzinger, considerado oficiosamente como el Nobel de Teología. Ha sido profesor visitante en las Universidades de Pennsylvania, Colonia, Lausanne y Boston. Especialista en la filosofía medieval judía y árabe, ha investigado asimismo sobre la filosofía griega (Platón y Aristóteles). Entre sus obras más importantes se encuentran Aristote et la question du monde, y Europe, la voie romaine (traducido a 17 idiomas). Ediciones Encuentro ha publicado en español varias de sus obras, entre ellas los dos primeros volúmenes de su trilogía «mayor», La Ley de Dios y La sabiduría del mundo, fruto de 15 años de investigación, y está preparando la publicación del tercero, El reino del hombre.

Antiguo Egipto (XLIII): Tumbas de segunda mano

Una de las primeras órdenes impartidas por los faraones recién coronados era la de buscar un equipo de constructores expertos para erigir su tumba, de manera que ésta estuviera concluida antes de su muerte. Si el nuevo faraón era de edad avanzada o no gozaba de buena salud, las prisas por acabar las obras se multiplicaban.
Entrada de la tumba de Tutankamón, en Luxor (antigua Tebas), Egipto
El faraón llegaba a apropiarse de la tumba acabada de su predecesor y ordenaba que fuera ampliada y mejorada, mientras que la momia del difunto rey era trasladada, como si fuera un objeto inútil, a cualquier cámara o sala secundaria.

Libros: Réquiem por un imperio difunto

Réquiem por un imperio difunto

Historia de la destrucción de Austria-Hungría

François Ferjtö
Encuentro
Madrid
2016
494 págs.
¿Quién destruyó el Imperio austro-húngaro?
La historiografía habitual defiende que, tras la derrota en la Primera Guerra Mundial, el Imperio austro-húngaro se disgregó en virtud de la "insatisfacción" de los pueblos que lo conformaban. 
François Fejtö nos muestra en este libro que la principal razón de su desmembramiento fue la voluntad de alterar definitivamente el equilibrio europeo por parte de los vencedores de la Gran Guerra. Apoyándose en un amplio material documental, en parte inédito, Fejtö analiza las motivaciones diplomáticas, estratégicas, y sobre todo ideológicas, que causaron la destrucción de la monarquía austrohúngara, provocando un vacío de poder que propició que primero el Reich alemán y más tarde la Unión Soviética absorbieran Europa Central. 
Esta nueva edición incluye el epílogo que el autor añadió al libro en 1992 tras la caída del muro de Berlín y la llegada de la Perestroika.
François Fejtö (Nagykanizsa, Hungría 1909 - París 2008) fue un periodista y politólogo especializado en Europa Oriental. Procedente de una familia acomodada de judíos húngaros, en los años 1930 se implicó activamente en la vida cultural y política de su país, pasando once meses de cárcel por su participación en actividades comunistas, desde donde rompió con el Partido Comunista húngaro por la postura mantenida por Stalin frente a la República de Weimar. 
En 1938 abandona Hungría y se instala en París, formando parte de la Resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. Entre 1944 y 1979 trabajó para la agencia France Press como periodista especializado en asuntos de Europa Oriental y entre 1972 y 1984 enseñó en el Instituto de Estudios Políticos de París. Es autor de más de una quincena de libros, de entre los que destacan, además del presente ensayo, Historia de las democracias populares (Barcelona, Martínez Roca, 1971).

domingo, febrero 21, 2016

Antiguo Egipto (XLII): El vudú del gran sacerdote de Amón

Amón, helenización del nombre egipcio imn cuya general transliteración es Imen o Amen, era el dios de la ciudad de Tebas, era la divinidad más importante entre todas las que recibían culto en Egipto.
Criyosfinge del dromos del templo de Karnak, Egipto
Sin embargo, el faraón Amenofis IV o Akhenatón impuso el culto a un dios único, AtónLos sacerdotes de Amón, que habían controlado la política hasta entonces, dejaron de tener autoridad sobre el faraón. 
El gran sacerdote de Amón, que había perdido su influencia, intento eliminar a Akhenatón con artes mágicas, pero el soberano lo sorprendió cuando fabricaba extrañas figuras de arcilla que lo representaban y mando que fuera ajusticiado.
Camino procesional dromos de acceso al complejo religioso de Amón, en Karnak, Egipto

La frase: William Blake

If the doors of perception were cleansed, every thing would appear to man as it is: infinite. 

(Si las puertas de la percepción fueran depuradas, todo aparecería ante el hombre tal cual es: infinito).
William Blake (1757-1827)

David Bowie

Fuente: www.mirror.co.uk

sábado, febrero 20, 2016

Antiguo Egipto (XLI): Las mascotas en Egipto

Los antiguos egipcios destacaron por tener numerosos animales de compañía y por el particular afecto que sentían por ellos. El célebre historiador griego Heródoto de Halicarnaso, que visitó Egipto a mediados del siglo V a.C., subrayó que «los animales domésticos eran abundantes» y dio testimonio de la gran desolación que la muerte de una mascota producía entre los habitantes de la casa; éstos se depilaban las cejas en signo de aflicción cuando moría su gato, y se afeitaban todo el cuerpo, incluida la cabeza, si el que moría era un perro.
Los egipcios veían a los animales como encarnaciones de los dioses y fueron una de las primeras civilizaciones en tener animales domésticos. Eran especialmente aficionados a los gatos, que asociaban con la diosa Bastet, como ya se ha dicho en una entrada anterior, pero también sentían una especial reverencia por los halcones, ibis, perros, leones y monos. Muchos de estos animales ocupaban un lugar especial en la casa egipcia y a menudo eran momificados y enterrados con sus amos después de su muerte. Otros eran utilizados para trabajar, como perros y monos que eran adiestrados para patrullar junto a los oficiales que velaban por la seguridad.
No es extraño, por ello, que desde el Imperio Antiguo (2686-2173 a.C.) los egipcios se hicieran representar junto a sus mascotas en los muros de sus tumbas, en las estelas funerarias y en los sarcófagos. El poder mágico y religioso que se atribuía a la imagen en el Egipto faraónico (ya fuese en forma de escultura, relieve o pintura) aseguraba que el dueño y el animal que él quería, así representados, siguieran gozando de la mutua compañía en el Más Allá. Gracias a estas imágenes podemos conocer muchos detalles sobre la presencia de las mascotas en la vida diaria de los egipcios, sobre las características de las especies y razas de la fauna que entonces vivía junto al Nilo, sobre la domesticación de animales y sobre las prácticas veterinarias.
Las mascotas de los antiguos egipcios eran básicamente tres: perros, gatos y monos. Para los egipcios, el perro (en egipcio antiguo iu, o también tyesem) ya era el mejor amigo del hombre, el compañero más fiel en la casa y también el mejor camarada en la caza. Los artistas egipcios pintaron en las paredes de las tumbas elegantes perros, de distintas especies y razas, sin escatimar detalles: algunos poseían un pelaje uniforme, otros eran manchados; unos tenían las orejas grandes y caídas, y otros, puntiagudas y rectas; había perros pastores y perros guardianes; algunos eran pequeños, y otros enérgicos y feroces como el lebrero, un perro de caza al que reconocemos por su hocico alargado, sus largas y delgadas patas y la cola curvada. En algunas escenas de cacería en el desierto se representan hombres armados con arcos y flechas que, con la ayuda de lebreros, dan caza a leones, órices (unos grandes antílopes) y otros animales. El perro domesticado entraba en la casa y caminaba libremente por toda ella, acomodándose bajo las sillas para comer, dormir o descansar cerca de sus cuidadores. Nos han llegado imágenes en las que aparecen perros ornados con bellos collares y finas correas que sostienen sus dueños, o que están atados a un árbol. Sin embargo, resulta curioso que los artistas egipcios jamás representasen al hombre o a la mujer acariciando a los perros, cepillando su pelo o sencillamente jugando con ellos.
El gato, que los antiguos egipcios denominaban miu, fue domesticado a partir del Imperio Medio (desde 2040 a.C.). Este felino era un eficaz cazador de ratones, serpientes y otros animales poco deseados en hogares y graneros. Por ello se ganó el afecto y la simpatía de los campesinos, y se convirtió en un huésped más de la casa. Los gatos dejaban que les pusieran un collar o una hermosa cinta en el cuello y aceptaban, tal vez un poco a regañadientes, mantenerse inmóviles bajo la silla de sus amos mientras éstos gozaban de un apetitoso banquete. A partir del Imperio Nuevo (1552 a.C.), el gato aparece representado en los muros de las tumbas de sus dueños con mayor frecuencia. A juzgar por las imágenes, este animal se convirtió en la mascota favorita de algunos miembros de la realeza, como la reina Tiy, la princesa Satamón o el príncipe Tutmosis, primogénito de Amenhotep III. Éste mandó elaborar un magnífico sarcófago de piedra con bellos relieves e inscripciones para su querida gata Tamit.
También el mono (en egipcio antiguo ky) y el babuino (ian) eran criados como animales domésticos. En el repertorio decorativo de las tumbas, los encontramos trepando a palmeras e higueras para ayudar a recolectar los frutos que estaban más altos. Aparecen asimismo representados debajo de la silla de sus dueños, a menudo adornados con collares y brazaletes. Ya desde el Imperio Antiguo, el mono consiguió el afecto del hombre y tuvo acceso a la casa, donde convivía con el perro y el resto de animales domésticos. Divertía a la gente con sus gestos y acrobacias, y, en definitiva, sabía hacer pasar el tiempo de manera agradable. En algunas escenas de mercado, o en otras donde se congrega mucha gente, los monos aparecen sujetos con correas, como si estuvieran patrullando junto al cuerpo especial de policía, los medyais, compuesto por nubios. Llama la atención que a los babuinos domesticados se les extrajeran los caninos, como demuestran las radiografías practicadas a sus momias. Al parecer, con la extirpación de estos afilados dientes se querían evitar mordeduras peligrosas. Tal operación debía de resultar complicada, además de dolorosa para el animal, lo que plantea la cuestión del tipo de anestesia que se empleó en el mundo antiguo para adormecer el dolor.

Libros: Ataduras que liberan

Ataduras que liberan

Una guía para transformar nuestras relaciones y descubrir el verdadero yo

C.  Terry Warner
Editorial Palabra
Madrid
2016
320 págs.
Uno de los libros de autoayuda más impactantes de los últimos años.
No enseña técnicas ni métodos sino que construye los cimientos de lo que es una verdadera relación humana. Un libro que cambia a las personas de modo tangible y que llega al corazón.
Por fin se publica en español este libro que lleva varios años siendo enseñado, debatido y prestado a familiares, amigos y compañeros.
La vida puede ser bella y nuestras relaciones con los amigos, el cónyuge y los compañeros, tremendamente satisfactorias. Pero también pueden provocarnos dolor, frustración, ansiedad e ira. Todos conocemos la diferencia entre sentirse abierto, generoso y a gusto con la gente y estar receloso, tenso y a la defensiva.
¿Por qué razón nos quedamos atrapados en las emociones negativas, si está claro que la vida es mucho más plena y rica cuando nos libramos de ellas? Ataduras que liberan es un libro que aporta soluciones para las emociones conflictivas abordando el problema de raíz. Aprenderás que todos somos responsables de sentimientos como la ira, la envidia y la inseguridad, de los que solemos culpar a los demás.
Aunque nos dé miedo admitirlo, en realidad se trata de una buena noticia. Si somos nosotros los que producimos dichas emociones, detener-las está en nuestra mano.

Antiguo Egipto (XL): El faraón resucitado

El  escritor Vicente Blasco Ibáñez describió su estancia en Egipto en su libro La vuelta al mundo de un novelista (1924-1925), donde explicó un hecho ocurrido en Museo Egipcio de El Cairo.
En plena tarde, mientras la sala de los sarcófagos estaba llena de público, se oyó un crujido y la momia de Ramsés II se incorporó, abrió la boca como si fuera a gritar, giró la cabeza y extendió los brazos con tal violencia que rompió la vitrina que la protegía.
Momia de Ramsés II.
Algunos espectadores llegaron a huir por las ventanas. En total, 20 personas resultaron heridas, cinco de las cuales murieron a los pocos días. 

viernes, febrero 19, 2016

Libros: El extremo centro

El extremo centro

Tariq Ali
Alianza Editorial
Madrid
2015
272 págs.
¿Qué hacer en el crepúsculo de la democracia? ¿Qué sentido tienen las elecciones cuando el resultado es siempre el mismo: una victoria del “extremo centro”? Desde 1989 la política se ha convertido en una competición para ver quién es capaz de prestar un mejor servicio a las necesidades de los mercados, una pugna ahora mediatizada por inestables movimientos populistas. La misma catástrofe ha tenido lugar tanto en Estados Unidos como en Gran Bretaña y en la Europa continental. En esta apremiante y amplia argumentación acusatoria, Tariq Ali pasa revista a las personas y a los acontecimientos que han ido propiciando este momento de suicidio político: la corrupción en el Parlamento británico; los fracasos de la Unión Europea y de la OTAN; el poder blando del Imperio estadounidense que domina sin ningún tipo de oposición el escenario mundial. A pesar de esa inercia, Ali va en busca de futuros alternativos, y encuentra motivos para la esperanza en las revoluciones bolivarianas de América Latina y en las fronteras de Europa. Los partidos emergentes de Escocia, Grecia y España, surgidos a raíz de la crisis de 2008, están aportando nuevas ilusiones a la democracia.

Antiguo Egipto (XXXIX): Momias de lujo

Según Herodoto, los embalsamadores  enseñaban a los familiares de varias efigies de maderas con distintas decoraciones, desde la más barata a la más cara. Cuando ya había escogido el modelo y había pactado el precio, la familia entregaba el cadáver. 
Sarcófago y momia, período tardía. Madera pinta.
Museo Nacional, Alejandría, Egipto 
En primer lugar se lavaba el cuerpo y se procedía a la extracción  del cerebro. Para ello, se inyectaba un líquido que lo deshacía y, con la ayuda de un gancho metálico, se eliminaban los fragmentos a través de la nariz. 
Las vísceras, excepto el corazón, era extraídos por el costado izquierdo a través de una incisión. Una vez desecadas, eran depositadas en los vasos canopes o canopos. Después de coser el corte, el cadáver era sumergido en natrón durante 70 días. Cuando se había cumplido el plazo, el cuerpo era nuevamente lavado y posteriormente vendado cuidadosamente.
Los cuatro vasos canopes. Dinastía XIX. Museo Egipcio, Berlín, Alemania