sábado, abril 30, 2016

Arte: Robert Campin

Robert Campin (Valenciennes?, ca. 1375/1379 – Tournai, 26 de abril de 1444 o 1445) fue un pintor primitivo flamenco. Documentado entre 1404 y 1444 como maestro pintor en Tournai (actual Bélgica), se le considera iniciador de la escuela flamenca junto a Hubert y Jan van Eyck y al frente de un importante taller en el que se formaron artistas como Rogier van der Weyden y Jacques Daret, si bien ninguna de sus obras documentadas —policromado de esculturas y retablos, estandartes y pinturas murales— se ha conservado. Identificado por Georges Hulin de Loo con el llamado Maestro de Flemalle, las obras atribuidas a Campin son las que previamente habían sido asignadas a este.
Santa Bárbara, 1438. Temple sobre madera.
Museo del Prado, Madrid, España

Retrato de hombre, circa 1435. Óleo y tempera de huevo sobre madera de roble.
National Gallery, Londres, Reino Unido
Tríptico de la Anunciación o Tríptico de Merode, circa 1425. Óleo sobre madera.
Metropolitan Museum of Art, Nueva York, Estados Unidos
Tríptico de Werl (tabla central desaparecida), 1438. Óleo sobre tabla.
Museo del Prado, Madrid, España

Libros: Un año en los bosques

Un año en los bosques

Sue Hubbell
Traducción de Miguel Ros González
Prólogo de J. M. G. Le Clézi
Premio Nobel de Literatura
Errata naturae
madrid
2016
304 págs.
Sue Hubbell, bióloga de formación, trabajaba como bibliotecaria en una importante universidad americana y llevaba una vida normal, seguramente demasiado normal. Un buen día, definitivamente harta de la omnipresente sociedad de consumo norteamericana, tanto ella como su marido deciden que quieren otra vida, más rica, más plena, más cercana a sus verdaderos ideales y a la naturaleza salvaje que tanto añoran. Entonces, y con las lecturas de Henry David Thoreau en la cabeza, deciden dejarlo todo y marcharse a vivir a una solitaria y destartalada granja en los bosques de las montañas Ozarks, en el Medio Oeste de Estados Unidos.
Sin embargo, al poco de llegar, el marido de Sue decide abandonarla. Ésta es, por tanto, la historia de una mujer enfrentada a las montañas, al invierno, a los coyotes, a las motosierras y, algunos días, a la soledad, pero sin perder jamás el sentido del humor y una mirada infinitamente curiosa y prendada por la belleza salvaje que la rodea. La historia de una mujer que construye por sí sola una nueva forma de felicidad y que, de paso, nos descubre, como bióloga y amante de la naturaleza, los secretos de todas las criaturas vivas con las que convive cada día. La historia, por tanto, de una verdadera revolución vital: la búsqueda de una nueva existencia en la que es la propia naturaleza quien le ofrece el conocimiento para decidir quién es ella misma.
Sue Hubell (Kalamazoo, Michigan, Estados Unidos, 1935), tras licenciarse en Periodismo en la Universidad del Sur de California trabajó como librera y bibliotecaria, mientras desarrollaba su compromiso como activista por la paz en diversas organizaciones. En 1973, sin embargo, decide cambiar radicalmente de vida: abandonar su trabajo y la vida urbana, reducir sus ingresos y también sus gastos, de modo que, además, se redujeran los impuestos que debería pagar a un gobierno que seguía amparando la injustificable Guerra de Vietnam. Se marcha entonces a vivir a un remoto lugar de las Montañas Ozarks, en Misuri, donde crea un pequeño negocio de apicultura respetuoso con el bienestar animal y el medio ambiente. Allí escribe Un año en los bosques, considerado hoy en día un libro clásico de la llamada nature writing y del movimiento del decrecimiento, y que ha recibido innumerables elogios a lo largo de varias décadas. También es autora de libros como A Book of Bees: And How to Keep Them (1989), Broad Sides from the Other Orders: A Book of Bugs (1993), Far-Flung Hubbell: Essays from the American Road (1995), Waiting for Aphrodite: Journeys Into the Time Before Bones (1999), Shrinking the Cat: Genetic Engineering Before We Knew about Genes (2001) o From Here to There and Back Again (2004). Igualmente, Hubbell ha sido colaboradora habitual de publicaciones como The New Yorker, The New York Times, Times Magazine, Harper’s o Smithsonian.

viernes, abril 29, 2016

Melilla: 2000 leguas de viaje submarino


Arte: Jesús Fernández Romero

Jesús Fernández Romero, pintor sevillano de óleos de estilo figurativo y realista. Destacan en sus obras los temas de calles y patios andaluces,especialmente cordobeses, donde predomina la luz que inunda, en muchas ocasiones, las pinturas llenas de colorido , la autenticidad que emana de sus trazos y de su mirada sobre un paisaje urbano tratado con mimo, sobre unos patios andaluces bañados por el sol, siempre vistos como remansos de paz, como lugares que permanecerán en nuestra memoria mucho después de haberlos dejado de contemplar ,lo que vemos al observar una pintura suya es el espíritu del sur, con una mirada limpia y serena que sitúa en su justo lugar aquello que ve y siente. 
Mansión con flores. Óleo sobre lienzo.
Interior de hacienda con flores. Óleo sobre lienzo.
Cocina gallega. Óleo sobre lienzo.
Arroyo en Valdeascas (Sierra de Gredos). Óleo sobre lienzo.
Fachada de palacio. Óleo sobre lienzo.
Bodegón otoñal. Óleo sobre lienzo.
Rincón de patio cordobés
Jardines del Generalife
Puerta antigua
Puerta de Cáceres

Libros: Poesías de Miguel de Cervantes

La editorial Cátedra, dentro de su colección Letras Hispánicas, publica Poesías, de Miguel de Cervantes. El autor de El Quijote siempre tuvo una espina clavada con la poesía y el teatro, verdaderos modelos de prestigio en la época.
La poesía cervantina, a caballo entre varias tradiciones poéticas, queda recogida en este libro, que abarca todos los poemas del autor aparecidos fuera de sus novelas y dramas, incluyendo Viaje del Parnaso, pieza caracterizada por un humor crítico e incrédulo que cuestiona la frontera entre ficción y realidad.
Habrá quien piense que no se puede tener todo, pero lo cierto es que a Cervantes siempre le quedó una espina clavada con la poesía y el teatro, verdaderos modelos de prestigio en la época, por mucho que con El Quijote y las Novelas ejemplares ya hubiera comenzado a labrarse una reputación en la república literaria de su tiempo. Entre el orgullo y el desencanto se encuentra la confesión sobre sus dotes poéticas en el Viaje del Parnaso: Yo, que siempre trabajo y me desvelo/ por parecer que tengo de poeta/la gracia que no quiso darme el cielo. Lo cierto es que la poesía cervantina no solo merece atención por ser de Cervantes, ni únicamente como contraste con el Quijote y otros textos, sino en tanto que representa una verdadera panoplia de tentativas poéticas de un ingenio que busca su propia voz en el torbellino de cambios estéticos y sociales que se suceden en el quicio entre los siglos XVI y XVII. La presente edición abarca todos los poemas cervantinos aparecidos fuera de sus novelas y dramas, incluyendo el Viaje del Parnaso y el Canto de Calíope  (incluido en La Galatea), textos ambos que configuran un canon artístico del autor del Quijote con críticas y reflexiones. Se recogen, además, los textos atribuidos que con más probabilidad son "hijos del ingenio" de Cervantes. 

jueves, abril 28, 2016

Melilla: Forum mediterráneo

Melilla: Semana del Libro

Antiguo Egipto (LXVII): Pescado seco

A finales del siglo XIX, varios arqueólogos encontraron cincuenta y seis momias ocultas en distintos escondrijos por los sacerdotes para que no fueran descubiertas por los saqueadores de tumbas. 
En 1898 fueron trasladadas a el Cairo pero, al llegar a la aduna, surgió un problema administrativo. Como cualquier mercancía, su paso por la aduna debía satisfacer las tasas pero, al no poder clasificarlas, los funcionarios hicieron constar en el formulario que se trataba de pescado seco. 

Libros: Historia de Tía María

Historia de Tía María, de Ina Martínez Simón, narra la historia de una niña abandonada por su madre a los veinte días de nacer, una niña que tendrá una vida plagada de dificultades. La obra está basada en una historia real y biográfica.
La obra refleja la sociedad valenciana del siglo XX, un tiempo en que la Guerra civil española marcó la vida de muchas personas de manera trágica.
Las mujeres fueron las principales víctimas de una época llena de represión, intolerancia y violencia.
Publicado por Ediciones Contrabando (Valencia), este libro repasa la vida de una de esas mujeres que vivieron en tiempos sombríos.
Ina Martínez Simón, reside en Tarragona– se dedica a la docencia desde hace veinticinco años y es profesora de economía del instituto Cambrils. Anteriormente, había publicado otros libros de poemas: Epistolas del corazón (Editorial Silva), una colección de poemas intimistas y muy personales; Retales de amor hilvanados (Editorial Silva), un poemario ilustrado con imágenes al lado de cada poema; Un camino hacía la esencia (Editorial Silva), que se basa en su propia experiencia al realizar el camino de Santiago. 

miércoles, abril 27, 2016

Antiguo Egipto (LXVI): Momias medicinales

El cirujano Ambroise Paré denunció en 1582 la venta de polvo de momia como medicinal. El producto se puso de moda en Europa y llegaba por toneladas desde Egipto. Los vendedores afirmaban que, mezclado con la orina de una mujer virgen, tenía propiedades casi maravillosas y era capaz de sanar cualquier afección en los ojos o en los oídos. Las denuncias de Paré se basaban en la información proporcionaba por Gui de la Fontainemédico célebre del rey de Navarra, que había conocido a un traficante de momias judío.
El traficante compraba los cadáveres de esclavos o que no había sido reclamados, extraía el cerebro y las entrañas y hacía profundas incisiones en los músculos. A continuación envolvía los miembros por separado, y después el cuerpo entero con tiras de ropa vieja empapadas en betún. Los cadáveres eran almacenados en un sótano durante varios meses hasta que estaban listos para ser vendidos.

Melilla: Presentación de libro

martes, abril 26, 2016

Antiguo Egipto (LXV): La flor del rey

Los rollos de papiro (del egipcio antiguo per-peraâ, que significa “flor del rey” y adaptado el nombre original por los griegos bajo la forma pápyros) eran los principales soportes para las obras escritas y solían medir unos 6 ó 7 metros, aunque muchos de ellos sobrepasaban esta longitud.
En Egipto se usaron rollos de papiro desde los primeros tiempos del reino antiguo. El rollo de papiro más antiguo fue hallado en la tumba de Hemaka, (primera dinastía), en la necrópolis de Saqqara, alrededor de 2900 a. C., pero su texto no es visible. Los rollos escritos más antiguos de que disponemos son de la cuarta dinastía y la quinta dinastía.
El Papiro Prisse redactado probablemente hacia el fin de la dinastía XI es uno de los mejor conservado hallados hasta el momento y también uno de los primeros en el formato de “rollo”. Este documento fue obtenido por el orientalista francés Émile Prisse d'Avennes en Tebas en 1856 y se preserva en la Biblioteca Nacional de Francia. Se compone de dos tratados sobre la moral: el primero, incompleto, contiene las dos últimas páginas de los preceptos de Kagemni, chaty (o tyaty era el más alto funcionario del Antiguo Egipto, el primer magistrado después del faraón), de los reyes Huni y Seneferu, y es una recopilación de máximas morales y consejos sobre la práctica de la virtud; El segundo es el libro de máximas de Ptahhotep, chaty del faraón Dyedkara Isesi, penúltimo faraón de la dinastía V. Ambos textos probablemente datan de la V dinastía.
Papiro Prisse
El gran Papiro Harris, que mide 42 metros es el mayor encontrado hasta el momento. Está redactado en escritura hierática; se divide en cinco secciones, con 117 columnas, de doce o trece líneas. Contiene tres dibujos, representando a Ramsés III frente a las tríadas de los dioses de Tebas, Menfis y Heliópolis. Se describen en el texto las donaciones del rey a los dioses y templos de varias ciudades, durante 31 años, para obtener el favor de los dioses. La lista de donaciones ocupa la mayor parte del papiro. En la última parte del texto se narran acontecimientos de la dinastía XX, describiendo la situación caótica a comienzos del periodo, y glorificando las hazañas del rey. Termina con la muerte de Ramsés III y el ascenso al trono de su hijo Ramsés IV, pero no cita la llamada conspiración del harén ni el asesinato del faraón. 
Gran Papiro Harris: Ramses III ante la tríada de Menfis. Museo Británico, Londres, Reino Unido
Su nombre hace referencia a Anthony Charles Harris, quien lo compro en Tebas a una persona que aseguraba haberlo encontrado en Deir el-Medina, posteriormente en 1872 fue adquirido por el Museo Británico donde se conserva. Es probable que el pairo fuese robado de la tumba de Ramses III, donde habría colocado para que el difunto pudiera demostrar sus méritos al ser juzgado.

Arte: Shane Wolf

Shane Wolf, pintor figurativo contemporáneo norteamericano. Nacido en 1976 en Cincinnati (EE.UU.), Su trabajo se basa en modelos reales,  sin excepción. Hoy en día, vive y trabaja en París (Francia).

lunes, abril 25, 2016

Arte: José Benlliure

José Benlliure Gil (Valencia, 1855-Valencia, 1937) fue un pintor español. Nació en el barrio de Cañamelar, en el seno de una familia de amplia tradición artística, no obstante, su propio hermano fue el escultor Mariano Benlliure, y él más tarde fue uno de los maestros de su otro hermano, Juan Antonio Benlliure.
Autorretrato, Óleo sobre lienzo. Museo de Bellas Artes, Valencia, España
El Tío Andreu de Rocafort. Óleo sobre lienzo, Museo de Bellas Artes, Valencia, España
El descanso en la marcha,1876. Óleo sobre lienzo, Museo del Prado (en depósito en el Museo de Bellas Artes, Valencia, España)
Dos soldados. Óleo sobre tabla. Museo de Bellas Artes, Buenos Aires, Argentina
El tío José, 1919. Óleo sobre lienzo. Museo de Bellas Artes, Valencia, España
Monaguillos. Óleo sobre lienzo. Museo de Bellas Artes, Valencia, España
Escuchando misa. Óleo sobre lienzo. Museo de Bellas Artes, Valencia, España
La tertulia, circa 1890. Óleo. Colección Vicente Fuster
El carnaval en Roma, 1881. Óleo sobre madera. Museo Carmen Thyssen, Málaga, España
El mercado de flores. Óleo sobre lienzo. Museo Carmen Thyssen, Málaga, España

Melilla: Teatro

Cita: Franz Kafka

"Si el libro que leemos no nos despierta como un puño que nos golpeara en el cráneo, ¿para qué lo leemos? ¿Para que nos haga felices? Dios mío, también seríamos felices si no tuviéramos libros, y podríamos, si fuera necesario, escribir nosotros mismos los libros que nos hagan felices. Pero lo que debemos temer son esos libros que se precipitan sobre nosotros como la mala suerte y que nos perturban profundamente, como la muerte de alguien a quien amamos más que a nosotros mismos, como el suicidio. Un libro debe ser como un pico de hielo que rompa el mar congelado que tenemos dentro”. 
Franz Kafka, en Carta a a Oskar Pollak (1904)

Melilla: Encuentro Egiptología