sábado, enero 24, 2015

El poema: Seducción de la cava

Amores trata Rodrigo - descubierto ha su cuidado;
a la Cava lo decía - de quien era enamorado;
miraba su lindo rostro, - miraba su rostro alindado,
sus lindas y blancas manos - él se las está loando:
- Querría que me entendieses - por la vía que te hablo:
darte hía mi corazón - y estaría al tu mandado.
La Cava, como es discreta, - a burlas lo había echado;
el rey hace juramento - que de veras se lo ha hablado;
todavía lo disimula - y burlando se ha excusado.
El rey va a tener la siesta - y en un retrete se ha entrado;
con un paje de los suyos - por la Cava ha enviado.
La Cava, muy descuidada, - cumplió luego a su mandado.
El rey, luego que la vido, - hale de recio apretado,
haciéndole mil ofertas, - si ella hacía su rogado.
Ella nunca hacerlo quiso, - por cuanto él le ha mandado,
y así el rey lo hizo por fuerza - con ella, y contra su grado.
La Cava se fue enojada, - y en su cámara se ha entrado.
No sabe si lo decir, - o si lo tener callado.
Cada día gime y llora, - su hermosura se va gastando.
Una doncella, su amiga, - mucho en ello había mirado,
y hablóle de esta manera, - de esta suerte le ha hablado:
- Agora siento, la Cava, - mi corazón engañado,
en no me decir lo que sientes - de tu tristeza y tu llanto.
La Cava no se lo dice, - mas al fin se lo ha otorgado.
Dice cómo el rey Rodrigo - la ha por fuerza deshonrado,
y por que más bien lo crea, - háselo luego mostrado.
La doncella, que lo vido, - tal consejo le ha dado:
- Escríbeselo a tu padre, - tu deshonra demostrando.
La Cava lo hizo luego, - como se lo ha aconsejado,
y da la carta a un doncel - que de la Cava es criado.
Embarcárase en Tarifa - y en Ceuta la hubo llevado,
donde era su padre, el conde, - y en sus manos la hubo dado.
Su madre, como lo supo, - grande llanto ha comenzado.
El conde la consolaba - con que la haría bien vengado
de la deshonra tan grande - que el rey les había causado
Autor anónimo

No hay comentarios: