Antonio Saura, miembro fundador del grupo El Paso en Madrid, realizó un tipo de pinturas, en el seno del informalismo, en las que los restos de figuración se conjugan con un lenguaje abstracto. Se trata de obras de gran formato pintadas en negro y gris sobre blanco. La fuerza de las pinceladas gestuales de sus composiciones puede equipararse a las que poseen las de los expresionistas abstractos norteamericanos, como de De Kooning o Kline.
Grito nº 7 (1959). Óleo sobre tela. Museo nacional Centro de Arte Reina Sofía., Madrid |
Grito nº 7 es una obra que, como la mayoría de las de Antonio Saura, pertenece a una serie dedicada a un único tema. Gracias al título puede saber que el artista toma como punto de partida para su personal interpretación aquella famosa pintura de finales del siglo XIX de Edvard Munch. El desgarro que ya se percibía en la obra del artista noruego se halla aquí potenciado. El contenido de la obra se inscribe en la línea de denuncia desmitificadora, con frecuente alusiones históricas y una constante utilización del tremendismo.