martes, febrero 09, 2016

Antiguo Egipto (XXXI): La tumba de Tutankhamón

Cuando el arqueólogo inglés Howard Carter y Lord Carnavon encontraron casi intacta la tumba de Tutankhamón en 1922, ya estaban a punto de darse por vencidos. Carter y sus ayudantes ocasionaron numerosos desperfectos en la momia del joven faraón, por lo que muchos elementos que habrían permitido averigaur más cosas sobre el mismo se perdieron para siempre. 
El sarcófago donde descansaba el cuerpo momificado del Tutankhamón fue confeccionado con madera cubierta de oro, lo que unido a la abundancia de ungüentos y que había sido vendado a toda prisa hizo que se descompusiera y que quedara parcialmente soldado al fondo.
Howard Carter analizando el tercer y último ataúd antropomorfo de oro macizo, en cuyo interior se encontraba la momia de Tutankhamón. Se aprecia que este ataúd todavía no se había extraído de la parte inferior del segundo sarcófago, considerado el más bello

Para despegar la momia, Carter utilizó un cincel pero, en vista de las roturas que ocasionaba, decidió colocar hornillos bajo el sarcófago para reblandecer los restos y poder separarlos. Una vez despegada, la momia fue desvendada sin miramientos y sometida a una autopsia que eliminó cualquier rastro que pudiera quedar de un posible asesinato. 

El rostro idealizado del faraón en el ataúd más interior. Porta un pequeño cayado y un látigo, símbolos del gobierno divino
El cuerpo quedó totalmente desmembrado y se perdieron trozos de piel de la cabeza y el tórax. Con el paso del tiempo la oreja izquierda y el pene también han desaparecido.

No hay comentarios: