martes, febrero 16, 2016

Antiguo Egipto (XXXVI ): La momia se confiesa

Entre los años 1645 y 1537 a. C. Egipto estuvo dominado por los hicsos (en egipcio heqa khaseshet, 'gobernantes de países montañosos'), un grupo humano procedente del Cercano Oriente -Siria y Palestina-. Llegaron en una época de crisis interna de la sociedad egipcia. Conquistaron la ciudad de Avaris, en el delta del Nilo, a la que convirtieron en su capital, y posteriormente Menfis. Fundaron las dinastías XV y XVI.  Introdujeron en Egipto el caballo y el carro de guerra.
Al comienzo del siglo XVI a. C. la denominada dinastía XVII gobernaba en Tebas. El  rey tebano Sekenenre Taa o Taa II, (más conocido por el nombre de Nesut-Bity) penúltimo faraón de esa dinastía, y su esposa Ahotep iniciaron las luchas de liberación contra los ocupantes extranjeros que fueron proseguidas por sus hijos Kamose (aunque ahora se piensa que era su hermano menor) y Ahmose.
Hacha de guerra ceremonial con el nombre de Sekenenre Taa. Bronce. Museo de Arte, Los Angeles, Estados Unidos
El papiro Salier I narra la lucha entre el rey de Tebas y el autoproclamado faraón hicso Apopi I. Este texto fue escrito por un aprendiza de escriba, que cambió de tema a mitad del papiro y no llegó a explicar el final de la historia. 
Paleta de escritura con el nombre de Sekenenre Taa. Museo del Louvre, París, Francia
Los egiptólogos pensaban que este relato era falso, pero el examen de la momia de Sekenenre Taa en 1974 -su momia nos ha llegado gracias a ser una de las presentes en el escondrijo de Deir el-Bahari, descubiertas en 1881-, demostró que la realidad era distinta. El análisis de los restos puso de manifiesto que la muerte del rey se produjo como consecuencia de cinco heridas, una de las cuales fue causada por un hacha de piedra de origen hicso. Por lo tanto cabe suponer que Sekenenre Taa II no tuvo mucha suerte en la lucha contra Apopi. 

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