10.- Robar el ganado de Gerión.
Gerión era un monstruoso gigante, hijo de Crisaor y Calírroe. Es descrito como un ser antropomorfo formado por tres cuerpos, con sus respectivas cabezas y extremidades, según la mayoría de las versiones. Aunque no se suele especificar la forma exacta de la unión entre los tres cuerpos, se le suele representar con una unión lineal o radial por las cinturas. A veces se le retrata con alas, pero no es usual. Aparte de estas características, su aspecto mayoritario era humano. Vivía en la isla Eriteia (actualmente Cádiz), más allá de las columnas de Hércules, ya en el Océano.
Heracles emprendió el viaje hacia la isla Eriteia. Mientras viajaba hacia allí, cruzó el desierto libio (Libia era el nombre genérico de África para los griegos) y quedó tan frustrado por el calor que se puso a dispararle flechas a Helios, el sol. Éste le rogó que parase, y Heracles pidió a cambio la copa dorada que el dios utilizaba para cruzar el mar cada noche, de oeste a este. El héroe usó esta copa para el viaje hacia Eriteia, pero encontró el paso cerrado por las rocas al terminarse el Mediterráneo. Heracles las apartó abriendo el estrecho de Gibraltar y poniendo como límites de éste las columnas de Hércules, situada la primera en el peñón de Gibraltar y la segunda en el monte Hacho de Ceuta, con una altitud de 204 metros (según otras versiones en el monte Musa de Marruecos, con una altitud de 851 m).
Heracles luchando con Gerión, ánfora datada en ca. 540 a. C. Museo del Louvre.
El ganado de Gerión estaba guardado en una cabaña custodiada por Ortro, perro de dos cabezas hermano de Cerbero, y por el pastor Euritión. Heracles mató a ambos, y cuando llegó Gerión, según algunas versiones avisado por Menecio, el pastor del Hades, lo mató también, desgarrando su cuerpo en los tres de que estaba formado.
El héroe se dispuso a llevar el ganado a Euristeo. Durante el camino, en la escala que hizo en el monte Aventino de Roma, un gigante llamado Caco le robó a Heracles parte del ganado mientras dormía (según las versiones romanas). El gigante hizo caminar a las reses marcha atrás para no dejar huellas, una repetición del truco del joven Hermes. Según algunas versiones, Heracles pasó con el resto del ganado frente a una cueva donde Caco escondía las reses robadas, y entonces empezaron a llamarse unas a los otras, descubriendo así el héroe el escondrijo del ladrón. Según otras, Caca, la hermana de Caco, le dijo a Heracles dónde escondía su hermano el producto del robo. El héroe mató a Caco y recuperó la parte del ganado robada por éste.
Según la mitología romana, Heracles fundó un altar en el lugar donde el Foro Boario, el mercado de ganado, se celebraría posteriormente.
Al pasar por Sicilia, el héroe fue retado a un combate por Érice, el rey de la isla, que era un fortísimo boxeador. Heracles apostó parte del ganado y su adversario, muy seguro de sí mismo, puso en juego su reino. Pero fue el héroe quien ganó el combate, en el cual mató a Érice, que fue enterrado en el templo dedicado a su madre Afrodita en la montaña a la que dio nombre: Erice. Heracles dejó el reino a sus habitantes diciéndoles que en la posteridad enviaría a sus descendientes a gobernar (estos descendientes serían los heráclidas, capitaneados por su sobrino Yolao).
Para molestar al héroe, Hera envió un tábano para que picase a las reses, irritándolas y esparciéndolas. Después, la diosa envió una inundación que elevó el nivel de un río tanto que Heracles no podía vadear el ganado. Éste se puso a apilar piedras en el río, construyendo un camino por el cual condujo a las reses.
Más tarde, Equidna asaltó a Heracles y le robó el ganado. Cuando el héroe fue a reclamarlo, la ninfa pidió como rescate que mantuviera relaciones sexuales con ella. Heracles lo hizo, y de esta unión nacieron Agatirso, Gelono y Escites.
Por fin el héroe llegó a Micenas con el ganado, el cual fue sacrificado a Hera por orden de Euristeo.
Gerión era un monstruoso gigante, hijo de Crisaor y Calírroe. Es descrito como un ser antropomorfo formado por tres cuerpos, con sus respectivas cabezas y extremidades, según la mayoría de las versiones. Aunque no se suele especificar la forma exacta de la unión entre los tres cuerpos, se le suele representar con una unión lineal o radial por las cinturas. A veces se le retrata con alas, pero no es usual. Aparte de estas características, su aspecto mayoritario era humano. Vivía en la isla Eriteia (actualmente Cádiz), más allá de las columnas de Hércules, ya en el Océano.
Heracles luchando con Gerión, ánfora datada en ca. 540 a. C. Museo del Louvre, París, Francia |
Heracles luchando con Gerión, ánfora datada en ca. 540 a. C. Museo del Louvre.
El ganado de Gerión estaba guardado en una cabaña custodiada por Ortro, perro de dos cabezas hermano de Cerbero, y por el pastor Euritión. Heracles mató a ambos, y cuando llegó Gerión, según algunas versiones avisado por Menecio, el pastor del Hades, lo mató también, desgarrando su cuerpo en los tres de que estaba formado.
El héroe se dispuso a llevar el ganado a Euristeo. Durante el camino, en la escala que hizo en el monte Aventino de Roma, un gigante llamado Caco le robó a Heracles parte del ganado mientras dormía (según las versiones romanas). El gigante hizo caminar a las reses marcha atrás para no dejar huellas, una repetición del truco del joven Hermes. Según algunas versiones, Heracles pasó con el resto del ganado frente a una cueva donde Caco escondía las reses robadas, y entonces empezaron a llamarse unas a los otras, descubriendo así el héroe el escondrijo del ladrón. Según otras, Caca, la hermana de Caco, le dijo a Heracles dónde escondía su hermano el producto del robo. El héroe mató a Caco y recuperó la parte del ganado robada por éste.
Según la mitología romana, Heracles fundó un altar en el lugar donde el Foro Boario, el mercado de ganado, se celebraría posteriormente.
Al pasar por Sicilia, el héroe fue retado a un combate por Érice, el rey de la isla, que era un fortísimo boxeador. Heracles apostó parte del ganado y su adversario, muy seguro de sí mismo, puso en juego su reino. Pero fue el héroe quien ganó el combate, en el cual mató a Érice, que fue enterrado en el templo dedicado a su madre Afrodita en la montaña a la que dio nombre: Erice. Heracles dejó el reino a sus habitantes diciéndoles que en la posteridad enviaría a sus descendientes a gobernar (estos descendientes serían los heráclidas, capitaneados por su sobrino Yolao).
Para molestar al héroe, Hera envió un tábano para que picase a las reses, irritándolas y esparciéndolas. Después, la diosa envió una inundación que elevó el nivel de un río tanto que Heracles no podía vadear el ganado. Éste se puso a apilar piedras en el río, construyendo un camino por el cual condujo a las reses.
Más tarde, Equidna asaltó a Heracles y le robó el ganado. Cuando el héroe fue a reclamarlo, la ninfa pidió como rescate que mantuviera relaciones sexuales con ella. Heracles lo hizo, y de esta unión nacieron Agatirso, Gelono y Escites.
Por fin el héroe llegó a Micenas con el ganado, el cual fue sacrificado a Hera por orden de Euristeo.
11.- Robar las manzanas del jardín de las Hespérides.
Los árboles del jardín de las ninfas Hespérides daban manzanas de oro. Heracles capturó primero al anciano del mar (halios geron), el dios marino que cambiaba de forma, y le exigió que le indicara la ubicación de dicho jardín. El anciano acabó dándole la información.
En algunas versiones, el héroe conoce al principio o al final del trabajo a Anteo, que era invencible siempre que estuviese en contacto con su madre, Gea, la Tierra. Heracles lo mató sujetándolo en vilo y aplastándolo con un fuerte abrazo.
Heródoto afirma que el héroe se detuvo en Egipto, donde los soldados del rey Busiris le apresaron, ya que el monarca, para calmar la ira de los dioses, les había prometido entregar en sacrificio a todos los extranjeros (aunque según otras versiones le escogió a dedo para su sacrificio anual). Heracles estuvo retenido junto a los otros desdichados sentenciados a muerte, pero logró romper sus cadenas (cuerdas, según otras versiones) y evadirse. Viendo el cruel régimen al que estaba sometido Egipto, decidió enfrentarse a Busiris, al cual mató, salvando así la vida de todos los presos extranjeros.
Llegando finalmente al Jardín de las Hespérides, Heracles engañó a Atlas para que cogiese algunas manzanas del jardín ofreciéndose a sujetar el cielo mientras iba a buscarlas, puesto que el titán no tendría problema alguno para hacerlo, ya que era el padre de las Hespérides (aunque según algunas versiones, tan sólo tenían un simple parentesco). Al volver, Atlas decidió no aceptar el sujetar los cielos de nuevo, y en vez de eso se ofreció a llevar las manzanas a Euristeo él mismo, pero Heracles volvió a engañarlo aceptando quedarse en el lugar de Atlas, con la única condición de que éste sujetase el cielo un momento para que el héroe pudiera ponerse su capa más cómodamente. Atlas accedió, y entonces Heracles tomó las manzanas y se marchó.
Según otras versiones, el héroe era la única persona que robaba las manzanas (además de Perseo), si bien Atenea las devolvía luego a su lugar correcto en el jardín.
Las manzanas eran consideradas por algunas versiones las mismas «manzanas de dicha» que tentaron a Atalanta, y según otras, una de ellas era la «manzana de la discordia» usada por Eris para provocar un concurso de belleza en el Olimpo (que terminaría dando lugar a la Guerra de Troya), poniéndola como premio.
Los árboles del jardín de las ninfas Hespérides daban manzanas de oro. Heracles capturó primero al anciano del mar (halios geron), el dios marino que cambiaba de forma, y le exigió que le indicara la ubicación de dicho jardín. El anciano acabó dándole la información.
Heracles robando las manzanas del Jardín de las Hespérides. Detalle del mosaico romano de Los doce trabajos de Hércules, Liria (Valencia). Museo Arqueológico Nacional, Madrid, España |
Heródoto afirma que el héroe se detuvo en Egipto, donde los soldados del rey Busiris le apresaron, ya que el monarca, para calmar la ira de los dioses, les había prometido entregar en sacrificio a todos los extranjeros (aunque según otras versiones le escogió a dedo para su sacrificio anual). Heracles estuvo retenido junto a los otros desdichados sentenciados a muerte, pero logró romper sus cadenas (cuerdas, según otras versiones) y evadirse. Viendo el cruel régimen al que estaba sometido Egipto, decidió enfrentarse a Busiris, al cual mató, salvando así la vida de todos los presos extranjeros.
Heracles en el Jardín de las Hespérides. Lateral de un pelike ático de figuras rojas, ca. 380-370 a. C., atribuido al pintor de Pasitea. Museo del Louvre, París Francia |
Según otras versiones, el héroe era la única persona que robaba las manzanas (además de Perseo), si bien Atenea las devolvía luego a su lugar correcto en el jardín.
Las manzanas eran consideradas por algunas versiones las mismas «manzanas de dicha» que tentaron a Atalanta, y según otras, una de ellas era la «manzana de la discordia» usada por Eris para provocar un concurso de belleza en el Olimpo (que terminaría dando lugar a la Guerra de Troya), poniéndola como premio.
12.- Capturar a Cerbero y sacarlo de los infiernos.
Heracles viajó primero a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos, que le enseñarían cómo entrar en el Hades y cómo salir vivo de él. Éstos también le permitirían absolverse un poco más de la culpa de haber matado a su mujer, a sus hijos y a sus sobrinos (algo extra a los doce trabajos).
El héroe encontró la entrada al inframundo en Ténaro. Atenea y Hermes le ayudaron a traspasarla al entrar y al salir. Gracias a la insistencia de Heracles y a su propio aspecto fiero, Caronte le llevó en su barca a través del Aqueronte. Mientras navegaban, se encontraron a Teseo y a Pirítoo, que habían sido apresados por el dios Hades mientras intentaban raptar a Perséfone, el cual los había sujetado mágicamente a un banco. Heracles tiró de Teseo y logró arrancarlo del banco, pero parte de sus muslos se quedaron pegados a éste (esto explica por qué los descendientes del héroe ateniense tenían los muslos tan delgados). Pero cuando intentó liberar a Pirítoo la tierra se puso a temblar, por lo que tuvo que abandonarlo.
Existen dos versiones:
Versión primera: Para llevarse a Cerbero, Heracles simplemente pidió permiso al dios Hades, y éste accedió con la condición de que no hiciera daño al animal. El héroe obedeció, tratando a Cerbero amablemente, y éste, halagado al recibir por primera vez ese tratamiento, lo acompañó dócilmente.
Versión segunda:Heracles disparó una flecha al dios Hades, dejándolo fuera de combate, y tras una violenta lucha contra Cerbero, logró capturarlo y lo arrastró a través de la cueva Aquerusia al exterior del Hades.
Heracles viajó primero a Eleusis para ser iniciado en los misterios eleusinos, que le enseñarían cómo entrar en el Hades y cómo salir vivo de él. Éstos también le permitirían absolverse un poco más de la culpa de haber matado a su mujer, a sus hijos y a sus sobrinos (algo extra a los doce trabajos).
Hércules y Cerbero. Detalle del mosaico romano de Los doce trabajos de Hércules, Liria (Valencia). Museo Arqueológico Nacional, Madrid, España |
Francisco de Zurbarán: Hércules y el can Cerbero. Óleo sobre lienzo. Museo Nacional del Prado, Madrid, España |
Versión primera: Para llevarse a Cerbero, Heracles simplemente pidió permiso al dios Hades, y éste accedió con la condición de que no hiciera daño al animal. El héroe obedeció, tratando a Cerbero amablemente, y éste, halagado al recibir por primera vez ese tratamiento, lo acompañó dócilmente.
Versión segunda:Heracles disparó una flecha al dios Hades, dejándolo fuera de combate, y tras una violenta lucha contra Cerbero, logró capturarlo y lo arrastró a través de la cueva Aquerusia al exterior del Hades.
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