jueves, septiembre 17, 2015

Mito: Los trabajos de Heracles (I)

Heracles, (del nombre de la diosa Hēra, y kleos: ‘gloria’ es decir ‘gloria de Hera), quizás el héroe más grande de la antigua Grecia, era hijo de Zeus y Alcmena, una reina mortal, hija del rey de Argos, hijo adoptivo de Anfitrión y bisnieto de Perseo por la línea materna. Fue gemelo de IficlesRecibió al nacer el nombre de Alceo o Alcides, en honor a su abuelo Alceo. Fue en su edad adulta cuando recibió el nombre con que se lo conoce, impuesto por Apolo, a través de la Pitia, para indicar su condición de servidor de la diosa Hera. En Roma, así como en Europa Occidental, es más conocido como Hércules y algunos emperadores romanos ―entre ellos Cómodo y Maximiano― se identificaron con su figura.
El Hércules Farnesio, copia de un original griego.
Mármol. Museo Arqueológico Nacional Nápoles, Italia
Mitad hombre y mitad dios, Heracles creció demostrando una fuerza notable y un gran amor por la aventura, pero su existencia ofendía a Hera, esposa de Zeus, sobre todo cuando se caso y tuvo hijos, por lo que un día se vengó de él, volviendo loco. Heracles mató a su esposa Megara y a sus hijos, a los que creyó sus enemigos. 
Dibujo de Rubens inspirado en la escultura de Miguel
Ángel de Hèrcules, actualmente desaparecida
Los dioses decidieron que Euristeo, rey de Micenas, decidiera una serie por estos actos. El rey ideó doce trabajos casi imposibles de cumplir, que para asombro de todos, Heracles llevó a cabo. Se conocen como Los doce trabajos de Heracles.
Relieve de un sarcófago: el León de Nemea, la Hidra de Lerna, el Jabalí de Erimanto, la Cierva de Cerinea, las Aves del Estínfalo, el Cinturón de Hipólita, los Establos de Augías, el Toro de Creta y las Yeguas de Diomedes.
El orden tradicional de los trabajos es:
1.- Matar al León de Nemea y despojarle de su piel. El león de Nemea era un despiadado monstruo que vivía en Nemea, aterrorizando sus alrededores. Su verdadero punto fuerte era que tenía una piel tan gruesa que resultaba impenetrable a las armas, por lo que parecía ser invencible. Heracles viajó a la ciudad, donde se hospedó en casa de Molorco, y después partió a la cacería de la fiera. 
Heracles combatiendo al León de Nemea. Lécito de fondo
blanco de comienzos del siglo V a. C. Museo del Louvre, París, Francia
Le disparó flechas, le atacó con una espada de bronce y le golpeó con un garrote hecho de un olivo (que él mismo había arrancado de la tierra), pero todo resultó inútil. Entonces Heracles planeó un golpe estratégico. Fue a la guarida del animal, que tenía dos entradas, y taponó una de ellas. Azuzó al león para que entrara por la otra, y acorralándolo, lo estranguló.
Hércules y el león de Nemea. Detalle del mosaico de Los trabajos de Hércules
de Liria (Valencia). Museo Arqueológico, Nacional, Madrid, España
Francisco de Zurbarán: Hércules estrangulando al león de Nemea, 1634.
Óleo sobre lienzo. Museo Nacional del Prado, Madrid, España
2.- Matar a la Hidra de Lerna.
La Hidra de Lerna era un antiguo y despiadado monstruo acuático ctónico con forma de serpiente policéfala, cuyo número de cabeza, según las distintas versiones, va desde tres, cinco o nueve hasta cien, e incluso diez mil (siendo tres y nueve los números más frecuentes); poseía una, recubierta por láminas de bronce, que era inmortal. Lo que la hacía terrible era que cada vez que perdía una cabeza regeneraba dos (o una más fuerte, según otras versiones). También tenía un aliento tóxico. Fue criada por Hera bajo un platanero cerca de la fuente Amimone, en el lago de Lerna, donde había una entrada al inframundo que la hidra custodiaba. Su asesinato fue ordenado como segundo trabajo a Heracles para procurar la muerte de éste, ya que la hidra de Lerna era (o al menos eso se decía) hermana del León de Nemea (ambos eran hijos de Tifón y Equidna), y quería vengarse de Heracles por haber matado a su hermano.
Gustave Moreau: Heracles y la Hidra de Lerna, 1876.
Óleo sobre lienzo.  Art Institute of Chicago (AIC), Chicago, Estados Unidos

Heracles llegó a la ciénaga próxima al lago de Lerna con su sobrino Yolao, al que había pedido ayuda, ya que él sólo se veía impotente contra el monstruo. Se cubrieron la boca y la nariz con una tela para protegerse del aliento tóxico de la hidra y se acercaron a la fuente Amimone, su refugio. Los detalles de la lucha son explicados por Apolodoro. Heracles disparó flechas con llamas al interior de la fuente para obligarla a salir, y una vez frente a frente, la atacó con su espada, cortándole varias cabezas. Según algunas versiones, Hera envió un cangrejo llamado Carcinos para que pellizcase los pies de Heracles y le estorbase, pero el héroe aplastó al animal y siguió luchando. La hidra regeneraba dos cabezas por cada una que perdía, así que Heracles se dio cuenta de que no iba a llegar a nada con ese método. Entonces, Yolao tuvo la idea (probablemente inspirada por Atenea) de quemar los cuellos de la hidra para cauterizar la herida y evitar así que pudiera regenerar dos nuevas cabezas. Después de que Heracles cortara la cabeza, Yolao pasaba por el muñón una tela ardiendo, y así, acabaron venciendo a la hidra de Lerna, que murió sin cabezas. Heracles tomó la inmortal, que era impotente sin el resto del cuerpo, y la enterró bajo una gran roca en el camino sagrado entre Lerna y Eleia, completando así su segundo trabajo. El héroe mojó la punta de sus flechas con la sangre venenosa de la hidra (que utilizaría en sus posteriores aventuras).
Pero Hera, en uno de sus ardides para perjudicar al héroe, informó a Euristeo de que había sido Yolao quien había quemado los muñones, y éste tachó el trabajo de inválido, ya que Heracles había tenido ayuda.
Antonio del Pollaiolo: Hércules y la Hidra, circa 1475.
Tempera sobre panel. Galleria degli Uffiz, Florecia, Italia
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CtónicoEn mitología y religión, y en particular en la griega, el término ctónico (del griego antiguo khthónios, ‘perteneciente a la tierra’, ‘de tierra’) designa o hace referencia a los dioses o espíritus del inframundo, por oposición a las deidades celestes. A veces también se los denomina telúricos (del latín tellus).
Lecito o lécito es un vaso griego antiguo utilizado para almacenar aceite perfumado destinado al cuidado del cuerpo. Los lecitos son frecuentemente utilizados como vasos funerarios.
Policéfala: Que posee más de un cabeza. El término se deriva de las palabras griegas poly que significa 'muchas' y de kephal que significa "cabeza".

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