Las plañideras eran mujeres contratadas por la familia del difunto a un precio bastante alto, que se despeinaban, gritaban y lloraban de forma patética para demostrar el dolor por esa muerte. Todas las mujeres presentes en la casa se embadurnaban la cabeza y la cara con barro.
Plañideras. Pintura de la cámara funeraria de Userhêt |
Después, mientras el cadáver yacía en la vivienda, vagaban por la ciudad con los senos descubiertos mientras se golpeaban en señal de dolor. Cumplidos estos ritos públicos, los apenados familiares trasladaban el cuerpo del difunto para hacerlo embalsamar.
Las plañideras se distinguían por una serie de detalles externos y visibles, como eran el que iban ataviadas con un tipo de vestido especial que solía ser de color gris azulado, (color que se empleaba para mostrar los sentimientos de dolor en el área hoy conocida como Próximo Oriente), mostrando el cabello largo y suelto por la espalda formando mechones, marchando descalzas por el camino que conducía al finado a su última morada, o incluso apareciendo desprovistas de cualquier adorno personal que como detalle frívolo pudiese quitar solemnidad al cortejo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario