Las grandes piezas de Chillida destinadas, como en el caso de Peine del viento, a espacios abiertos, permiten comprender la forma en que el escultor vasco sabe integrar la obra de arte en la naturaleza. La perfecta conjugación de las formas de hierro oxidado con los acantilados, así como el contraste entre el color del metal y el mar son algunos de los aspectos más interesantes a tener en cuenta ante este tipo de propuestas. La escultura de Chillida ha permanecido siempre fiel al lenguaje abstracto.
Peine del viento XV (1972-1977). Acero macizo. Acantilados de San Sebastián, Guipúzcoa, España |
Dependiendo del material que utilice, el resultado formal tenderá en mayor o menor medida a plantearse como un todo macizo o bien como un espacio que integra el vacío. El amplio repertorio de materiales empleados por Eduardo Chillida va desde hierro y el cemento hasta la terracota, la madera, la piedra y el alabastro.
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