El arte en el siglo XX se caracterizó principalmente por su diversidad, tanto desde el punto de vista formal como como conceptualmente. Existieron determinados movimientos artísticos que, antes de concluir, generaban actitudes de signo contrario que daban lugar a la aparición de otros nuevos.
Durante los primeros años del siglo -marcados profundamente por la I Guerra Mundial-, surgieron las llamadas vanguardias. Las primeras vanguardias se caracterizaron por su ruptura con lo que estaba en vigor hasta ese momento. Comenzó con el fauvismo --su nombre proviene del vocablo francés fauve, en español, fiera-, y su empleo casi provocativo del color.
Alfred Henry Maurer: Paisaje: Provenza, circa 1912. Reynolda House Museum of American Art, Winston-Salem, North Carolina. |
Sin embargo, fue el cubismo el movimiento que más contribuyó a crear un nuevo tipo de propuestas, que rompe definitivamente con la pintura tradicional. Nacido en Francia y encabezado por Pablo Picasso, Georges Braque, Jean Metzinger, Albert Gleizes, Robert Delaunay y Juan Gris. El término cubismo fue acuñado por el crítico francés Louis Vauxcelles, el mismo que había bautizado a los fauvistas motejándolos de fauves (fieras); en el caso de Braque y sus pinturas de L'Estaque, Vauxcelles dijo, despectivamente, que era una pintura compuesta por «pequeños cubos». Se originó así el concepto de "cubismo".
Juan Gris: Retrato de Pablo Picasso, el iniciador del cubismo, 1912, óleo sobre lienzo, Instituto de Arte, Chicago, Estados Unidos |
El arte cubista contó además con una de las aportaciones técnicas y conceptuales más significativas de todo el siglo: el collage.
Juan Gris: Vasos, periódico y botella de vino, 1913. Papeles pegados, gouache, acuarela, tizas de colores y carboncillo sobre papel. Compañía Telefónica de España, Madrid, España |
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