La Torre de Babel
Nemrod y su pueblo construyeron la Torre de Babel en un acto de rebelión contra Dios [...]. La Torre pronto sobrepasó los ciento diez metros de altura. Tenía siete escaleras en su lado oriental, por las que los peones de albañil subían hasta la cima, y otras siete en el lado occidental, por las que descendían. [...] Entonces Dios se dirigió a los setenta ángeles más próximos a su trono y les dijo: «¡Descendamos otra vez y confundamos su lenguaje haciendo setenta lenguas de una!». Y así hicieron, pues inmediatamente los constructores se enredaron en toda suerte de malentendidos. Si un albañil le decía a un peón «¡Pásame la argamasa!», este le daba un ladrillo, tras lo cual el albañil, enfurecido, mataba al peón. Debido a esa confusión, la obra quedó paralizada.
Robert Graves y Raphael Patai
Los mitos hebreos
Alianza
Pieter Brueghel el Viejo: La Torre de Babel (1563). Óleo sobre tabla. Kunsthistorisches Museum, Viena |
La Torre de Babel no solo es una edificación clave en la tradición judeocristiana y mencionada en el antiguo Testamento, sino también pertenece al ideario universal y su historia ha trascendido generaciones. Pero la leyenda de la torre reposa sobre una realidad, pues existía en efecto en Babilonia una construcción de varios pisos y de origen desconocido, que era ya restaurada en tiempos de Nabopolasar (625-605 AC), fundador de la dinastía caldea.
Inclusive, esta construcción se llamaba Etemenanki, que puede ser interpretado como «la mansión de lo alto entre el cielo y la tierra», concordando con las principales interpretaciones del capítulo 11 del Génesis que afirman sobre la construcción de la torre, que los hombres pretendían alcanzar el Cielo. Una inscripción que data del tiempo de Nabopolasar señala: "Marduk (el gran dios de Babilonia) me ha ordenado colocar sólidamente las bases de la Etemenanki hasta alcanzar el mundo subterráneo y hacer de este modo que su cúspide llegue hasta el cielo". En otra inscripción, de los tiempos de Nabucodonosor, se precisa que la decoración de la cúspide estaba hecha de "ladrillos de esmalte azul brillante, es decir, adornada del color del cielo, perfectamente adaptado para dar la impresión de que el edificio se perdía en el azul infinito.
Dibujo del Etemenanki, un antiguo zigurat de Babilonia que podría haber tenido más de 90 metros de altura |
Otras representaciones artísticas:
Meister der Weltenchronik: Edificación de la Torre de Babel (circa 1370). Pergamino. Bayerische Staatsbibliothek, Munich. Dibujo alemán |
Gustave Doré: La confusión de las lenguas (circa 1865-1868). Grabado. Colección privada. |
Anónimo: La construcción de la Torre de Babel (circa 1470). Óleo sobre tabla. Mauritshuis, La Haya (Paises Bajos) |
La torre de Babel, miniatura del Breviario Grimani, de entre finales del XV y las dos primeras décadas del XVI, Biblioteca Nazionale Marciana de Venecia |
Hendrick III van Cleve: La construcción de la Torre de Babel. Cobre. Kröller-Müller Museum, Otterlo |
Anónimo: La torre de Babel (1587). Óleo sobre tabla. Kurpfälzisches Museum de Heidelberg |
Maerten van Valckenborch: La Torre de Babel (circa 1595). Óleo sobre tabla. Gemäldegalerie Alte Meister, Dresde |
Lucas van Valckenborch: La Torre de Babel (circa 1595). Óleo sobre tabla. Mittelrhein-Museum, Coblenza |
Anónimo: La Torre de Babel (finales del siglo XVI, pintura flamenca). Óleo sobre tabla con círculo pictórico. Museo del Prado, Madrid |
Anónimo: La Torre de Babel finales del siglo XVI, pintura flamenca). Óleo sobre tabla. Pinacoteca Nazionale, Siena (Italia) |
Frans II Francken. La Torre de Babel (principios del siglo XVII). Cobre. Museo del Prado, Madrid |
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