La democracia ateniense, uno de los sistemas políticos más importantes de la Antigüedad, defendía la igualdad de derechos, deberes y oportunidades entre los ciudadanos. Sus principales órganos era la Asmablea (ekklesia) de ciudadanos, que asumía el poder legislativo y la política exterior, y Areópago, un consejo de nobles que ejercía las funciones de tribunal superior de justicia. Sin embargo, la democracia no implicaba la igualdad entre todos los individuos. Los ciudadanos debían ser hombre libres, hijos de atenienses y mayores de dieciséis años y, a la vez, tener propiedades.
El relieve muestra la personificación del Demo coronado por la Democracia. Alrededor de 336 a. C. Museo del Ágora de Atenas |
Para las mujeres, los esclavos y los extranjeros (es decir, los que no habían nacido en la ciudad), los pobres y aquellos que había perdido su libertad no tenía derechos políticos.
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