Los ataques de los piratas eran una de las grandes amenazas para el comercio griego. Alejandro Magno y sus generales iniciaron una persecución incansable para acabar con ellos. La flota griega capturó un barco pirata y el capitán fue llevado ante el furioso Alejandro.
Alejandro Magno. Mosaico |
Este le echó en cara sus desmanes y el pirata, altivo, le dijo: "Me llaman pirata porque sólo tengo un barco. Si tuviera una escuadra o un ejército, me llamaría conquistador". Alejandro, sorprendido, le perdonó la vida.
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