Otras suyas en que pone el nombre de una dama; y comienza y acaba en las
letras primeras de todas las coplas [y versos], y dice:
I
¡Guay de aquél que nunca atiende
galardón por su servir!
¡Guay de quien jamás entiende
guarecer ya ni morir!
¡Guay de quien ha de sufrir
grandes males sin gemido!
¡Guay de quien ha perdido
gran parte de su vivir!
II
Verdadero amor y pena
vuestra belleza me dio,
Ventura no me fue buena,
Voluntad me cautivó;
veros sólo me tornó
vuestro, sin más defenderme;
Virtud pudiera valerme,
valerme, mas no valió.
III
Y estos males que he contado,
yo soy el que los espera;
yo soy el desesperado,
yo soy el que desespera,
yo soy el que presto muera,
y no viva, pues no vivo;
yo soy el que está cautivo
y no piensa verse fuera.
IV
¡Oh, si aquestas mis pasiones,
oh, si la pena en que está,
oh, si mis fuertes pasiones
osase descubrir yo!
¡Oh, si quien a mí las dio
oyese la queja de ellas!
¡Oh, qué terribles querellas
oiría que ella causó!
V
Mostrara una triste vida
muerta ya por su ocasión;
mostrara una gran herida
mortal en el corazón;
mostrara una sinrazón
mayor de cuantas he oído:
matar un hombre vencido,
metido ya en la prisión.
VI
Agora que soy ya suelto,
agora veo que muero;
agora fuese yo vuelto
aunque muriese primero
aunque muriese primero
a lo menos moriría
a manos de quien podría
acabar el bien que espero.
VII
CABO
Rabia terrible me aqueja,
rabia mortal me destruye,
rabia que jamás me deja,
rabia que nunca concluye;
remedio siempre me huye,
reparo se me desvía,
revuelve por otra vía
revuelta y siempre rehuye.
Jorge Manrique
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