El rey Dánao de Egipto, que tenía cincuenta hijas, se peleó con su hermano gemelo Egipto que tenía cincuenta hijos (ambos eran hijos de del mítico rey egipcio Belo y de la hija del dios fluvial Nilo, la náyade Anquínoe. Por parte de su padre descendía de Poseidón y la ninfa Libia). Dánae se fue a Egipto y se estableció en Argos con ellas. Invitó a sus sobrinos a quedarse con él y, éstos le dijeron que la discusión había terminado y le pidieron permiso para casarse con sus hijas, pero el rey estaba receloso, ya que creía que los hijos de Egipto seguían siendo sus enemigos.
Aceptó la oferta, pero le dio una daga a cada una de sus hijas, las danaides y les dijo que mataran a sus maridos en la noche de bodas. Cuando llegó la noche, cuarenta y nueva de ellas mataron a sus esposos cortándoles la cabeza. Las danaides fueron condenadas a rellenar eternamente un barril sin fondo en el inframundo.
Sólo una Hipermenestra, se apiadó de su esposo Linceo, porque éste había sido muy amable con ella. Las cuarenta y nueve hermanas que habían obedecido a su padre, fueron más tarde perdonadas y purificadas por los dioses Atenea y Hermes.
John William Waterhouse: Las danaides, 1903. Óleo sobre lienzo. |
Hipermnestra. Miniatura para la traducción de Octavien de Saint-Gelais (1496 - 1498) de las Heroidas de Ovidio. Biblioteca Nacional de Francia. |
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