El aguador de Sevilla, obra de un joven Velázquez, es una pintura al óleo que muestra de la genialidad del pintor y es una de las últimas realizadas antes de partir de Sevilla, su ciudad natal.
Entre las 200 pinturas de las colecciones reales españolas que el hermano de Napoleón al retirar sus tropas en 1813 robó, estaba El aguador de Sevilla. Las obras robadas las recuperó el duque de Wellington y en la actualidad se encuentran en Londres. El aguador de Sevilla en concreto fue un regalo de Fernando VII al general Arthur Wallesley por su ayuda contra los franceses. De todas formas hay que señalar que el país que más cuadros tiene de la etapa Sevilla de Velázquez no es España sino el Reino Unido. El aguador de Sevilla tuvo que realizarse entre 1618-1622. Pertece al estilo barroco y sus medidas son 106,7cm por 81cm.
Protagonistas del cuadro son: un anciano aguador vestido con un capote marrón, bajo el que asoma una camisa blanca y limpia, pues era costumbre ofrecer el agua con la máxima higiene. En segundo plano está un niño adolescente que recibe una copa de agua de fino cristal. El joven con traje negro adornado con cuello blanco, baja la cabeza respetuosamente para recoger la copa llena de agua. El tercer personaje aparece en la oscuridad en medio de los dos y casi oculto en las sombras el hombre, de mediana edad, bebe en una jarra de barro. El Aguador apoya su mano en un gran cántaro de barro por el que corre algunas gotas de agua magistralmente realizadas, tánto que parece que si las tocan nuestros dedos se humedecerán. Adquiere gran protagonismo el brazo en escorzo que deja asomar entre el paño el jubón inmaculado. Hay otra jarra de barro más pequeña bien tapada con una loza que, al parecer de algunos historiadores, pudiera contener vino. Actualmente se encuentra en el Wellington Museum de Londres.
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