“Sólo le reprocho una cosa. A lo largo de los años había acumulado unas 600 páginas de apuntes. Toda una vida con Juan Pablo II (…) Lo presioné varias veces para que hiciera un libro sobre el Juan Pablo II privado, incluso me ofrecí a ser su editor, de forma gratuita y anónima”. Este reproche que Vittorio Messori hacía a su amigo Joaquín Navarro-Valls (1936-2017) en una entrevista tras su muerte, ha sido subsanado. Mis años con Juan Pablo II. Notas personales contiene los recuerdos de quien fue director de la Oficina de Prensa del Vaticano durante más de veinte años, junto con fotos inéditas de san Juan Pablo II, algunas –como las de las vacaciones en los Alpes– tomadas por el propio Navarro-Valls.
Una presentación de Diego Contreras enmarca el contenido: en efecto, son “anotaciones rápidas, tomadas casi siempre al hilo de los acontecimientos, durante los 23 años en los que fue portavoz del Papa”. Contreras explica también por qué Navarro-Valls no se decidió a redactar sus memorias: deseaba un cambio de ruta y “volver a su primer amor, la medicina”. Además, le frenó el miedo a no lograr el nivel de calidad que, en su opinión, era imprescindible para un libro sobre su relación con el Papa.
Porque el verdadero protagonista es Juan Pablo II. Consciente de la importancia de sus recuerdos y de evitar que se perdieran, Navarro-Valls aceptó que desde la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz se revisasen sus apuntes, se ordenasen y puliesen, y se diera a la imprenta un texto publicable, añadiendo –cuando fuese necesario– una breve explicación.
Un aspecto clave de la obra son las dificultades con las que se encuentra un portavoz del Papa. Lo explicó el padre Lombardi, sucesor de Navarro-Valls como director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede: “En una realidad compleja como el Vaticano, nada resulta fácil”. El libro, indica Contreras, se refiere a esas “dificultades, que proceden, sobre todo, de la falta de sensibilidad hacia los aspectos comunicativos de algunas personas con capacidad de decisión dentro de la Santa Sede”.
Un gran vaticanista norteamericano, John Allen, ha escrito que “la actual generación de corresponsales vaticanos se resiente del hecho de que muchos de nosotros tenemos edad suficiente para recordar al español Joaquín Navarro-Valls, que fue portavoz de san Juan Pablo II. Navarro era un auténtico conocedor de la mente y el corazón del Papa, y tenía el peso necesario para tomar sus propias decisiones. Pero lo cierto es que Navarro fue una anomalía histórica”.
El cisma de Lefebvre, la disidencia de teólogos alemanes, la visita de Gorbachov, la caída del Muro, Fátima, las enfermedades del pontífice, Sarajevo, la muerte del coronel de la Guardia Suiza asesinado por uno de sus subalternos, el viaje a Cuba, el no a la guerra de Iraq, Tierra Santa… Estos y otros son algunos de los temas que desfilan por las memorias de Joaquín Navarro-Valls.
Un libro imprescindible para los corresponsales en el Vaticano y los comunicadores en general, así como para todas aquellas personas interesadas en conocer el día a día del largo pontificado de san Juan Pablo II y su riquísima personalidad. Pronto saldrá la edición en italiano (Mondadori), y ya se está traduciendo al polaco y al inglés.
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