Los días 9, 11 y 13 de mayo, se celebraban las las lemuralia o fiestas lemuria, una festividad en la que los lemures, los muertos que no había sido enterrados de la manera correcta, vagaban por la casa en busca de alimento.
Las ofrendas de vino y aceite a los difuntos eran muy frecuentes. Muchas tumbas disponían de un sistema de canalizaciones para que el líquido fluyera hasta los muertos que así se alegraban y dejaban en paz a los vivos.
El primer banquete funerario se celebraba el día de la inhumación del difunto. Los tres banquetes restantes, en que los parientes buscaban consuelo (refrigerium), a los tres, a los nueve y a los treinta días. Aunque la Iglesia cristiana prohibió estos banquetes, el término refrigerio se conservó para designar una comida ligera que "consuela el hambre".
No hay comentarios:
Publicar un comentario