miércoles, febrero 26, 2025

Libros: Aprender a escribir

Aprende a escribir

Álvaro Colomer
Debate
2025
280 págs.
Algunos escritores prefieren afrontar su miedo ante la página en blanco nada más levantarse, incluso antes de abalanzarse sobre el primer café. Otros dedican las mañanas a labores administrativas o domésticas y se encierran frente al ordenador por la tarde o ya en la madrugada, esperando que la noche silenciosa convoque a las musas. Mientras que, por ejemplo, Rosa Montero anticipa sus novelas en papeles y hojas de Excel, Horacio Castellanos, el poeta salvadoreño, busca sin disciplina alguna que le sorprenda la inspiración.
Álvaro Colomer, impelido quizá por el anhelo de encontrar patrones o secretos que desvelen el arcano del genio literario, lleva algunos años conversando con los ilustres escritores en lengua castellana a fin de arrebatarles el misterio. Uno sospecha que antes de citarse con ellos ya sabía lo que quien abre este volumen seguramente también presiente: que el talento es, como recordaba Jean Guitton, “una larga paciencia”, y que hay tantos métodos y formas de escribir como autores.
Haría mal el aspirante a literato que remedara los hábitos consignados aquí y, por ejemplo, tome la medicación que un especialista recetó a Abad Faciolince para concentrarse. Esculpir un hermoso verso o dar a luz una obra épica es el desenlace o conclusión de muchas luchas, pero también de un rosario de casualidades incesantes que se alinean para que, de pronto, irrumpa el milagro. En cualquier caso, de lo que estamos seguros es de que nadie se forma en este arte viendo tutoriales en YouTube.
Por ello, Colomer, coordinador editorial de la revista Zenda, se cuela, como un espía, en los despachos atestados de libros de sus colegas, husmea en la mesa de Pérez Reverte, abre la libreta donde García Montero abandona poemas prometedores y, sobre todo, precisa las estrategias que la mayoría de ellos idean para proteger su tiempo con la exactitud de un reloj suizo.
Aprende a escribir recopila los textos que Colomer ha ido publicando, pero incluye algunos inéditos. El autor catalán no ejerce un reporterismo al uso; antes bien, sus colaboraciones rezuman una adicción casi enfermiza por la literatura y revelan una genuina voluntad de estilo. Quizá la única ausencia que se lamenta es la suya propia, pues desgraciadamente no se detiene a contarnos sus secretos.
Aunque cada autor tiene sus manías, hay algunas rutinas a las que la mayor parte se atiene. Llama la atención, por ejemplo, la obstinación de muchos por no interrumpir su dedicación a escritura ni siquiera en días de fiesta. Por otro lado, todos coinciden en que la mejor manera de aprender a escribir como los grandes es leyéndolos hasta la extenuación.
¿Quiere decir que estamos ante una obra dirigida únicamente a quienes han sentido la llamada de las letras? Ni mucho menos. Cualquier lector sacará partido de ella. En este sentido, se pasa por alto algo importante, es decir, una verdad de hondo calado antropológico: la plenitud o felicidad depende de nuestros quehaceres y, especialmente, de las actividades con sentido en las que nos implicamos. Escribir es una de ellas, ya emborronemos cuartillas por distracción o por desempeño profesional. Es menester hacerlo si queremos aprender y profundizar en las cosas. Y, claro, si deseamos comprendernos un poco mejor a nosotros mismos.

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