Las sensaciones que te prodece estar dentro de lo que queda de el que fuera uno de los principales monasterios Cistercienses de España son muy contradictorias.
La primera es el asombro, el sentirte pequeño ante la magnitud de la obra. Las dimensiones de lo que fuera la nave de su iglesia, su maravillosa cabecera con su girola en la que encontramos cinco capillas auxiliares con su ábside correspondiente, la sala de monjes.. hacen sentir así ante la grandeza constructiva característica del Cister. La segunda es una profunda pena al ver lo que queda de este monasterio, después de sufrir expolios y rapiñas tras la desamortización de Mendizabal.
"Alfonso VII, el Emperador, entregó el solar a Ponce de Cabrera pidiéndole que erigiera un monasterio que debería seguir la regla de San Benito. Gracias al apoyo de la monarquía y la nobleza, Moreruela se convirtió en un centro monástico de primer orden y poseyó un patrimonio considerable.
Es de arquitectura cisterciense del siglo XII y transición al gótico, remodelado en el siglo XVII. Entre los siglos XVI y XVII se levantó la hospedería.
La iglesia, de estilo románico con detalles góticos, presenta tres naves, amplio crucero marcado en planta y gran cabecera (la parte más antigua es del siglo XII). Destaca la capilla mayor sustentada por ocho columnas, con ábside semicircular y girola, a la que se abren siete absidiolos, cada uno con un altar. Las bóvedas, de estilo gótico, con ojivas y capiteles de impostas y decoración vegetal.
La sala Capitular y la Sala de los Monjes se mantienen en buen estado de conservación.
Existió una reja que separaba al pueblo de los monjes, en la mitad de la nave central. La Sala de Monjes de principios del siglo XIV está dividida en dos naves por dos pilares cruciformes con arcos formeros, apuntados y transversales semicirculares, así como cubierta con bóvedas vahídas de mampostería. Fue una de las fundaciones cistercienses más importantes."
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