El Partenón, construido con mármol blanco, fue levantado por los arquitectos Ictinos y Kalikrates y estaba dedicado a la diosa Atenea, protectora de la ciudad. La estatua de Atenea, recubierta de láminas de oro y marfil, era obra de Fidias, quien se encargo también de la decoración escultórica del templo.
Convertido en iglesia cristiana durante la Edad Media, el Partenón ha servido a lo largo de su historia como cuadra, hospital y polvorín, En 1687 una granada provocó una gran explosión, que sólo dejó en pie las dos fachadas de los frontones. Las esculturas restantes fueron arracadas en el siglo XIX y vendidas al embajador británico, Lord Egin, quien las donó al Museo Británico.
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