
El relato, cargado de humor absurdo, se inicia con un calculado desorden, propio de una narración colectiva, para acabar convertido en una pieza perfectamente estructurada y coherente.
Los personajes de la novela de Goytisolo despiertan una risa bajo la cual fluye una reflexión poco o nada divertida. El autor logra así que tanto adolescentes urbanitas como hombres de negocios arrastren al lector a una cotidianidad de doble filo.
Luis Goytisolo, Premio Nacional de Narrativa y Premio Nacional de las Letras, es miembro de la Real Academia Española.
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