Cicerón logró evitar que Catilina dominara Roma, pero no calculó que Octavio pudiera ser un peligro para la República. Octavio era un joven débil, tímido, enfermizo y feo, que fue adoptado por Julio César en su testamento y le sucedió en el poder. Cicerón menospreció la juventud y la inexperiencia de Octavio, tal como Demóstenes había hecho con otro jovenzuelo, el príncipe macedonio Alejandro.
Busto de Octavio |
Octavio nunca fue un guerrero valiente y destacado, pero su astucia y su sentido de la oportunidad le permitieron llegar a ser el primer emperador de Roma.
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