Las mujeres egipcias gozaron de mas derechos y libertadas que, por ejemplo, las griegas que estaban sometidas totalmente a sus maridos y eran consideradas como "un menor de edad eterno". En Egipto, una mujer no sólo podía dedicarse a actividades como la medicina, la escribanía, el pilotaje de barcos o la dirección de obras, sino que podía llegar a ser faraón o sumo sacerdote.
Recibían el mismo salario que los varones por su trabajo y, por tanto, también la misma pena cuando cometían un delito. Solían casarse entre los doce y los catorce años, y establecían contratos para preservar su patrimonio en caso de divorcio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario