En la Dieta de Núremberg, Carlos IV promulgó la Bula de Oro de 1356, que estableció y fijó el procedimiento de elección imperial. Aunque pueda parecer una práctica moderna, los emperadores germánicos eran elegidos por un colegio formado por los arzobispos de Maguncia, Tréveris y Colonia; El rey de Bohemia; El duque de Sajonia; el margrave de Brandenburgo; el conde palatino de Rhin y los electores seculares de Baviera, Hessen y Hannover. Claro está que los tránsfugas y los pagos era de uso corriente.
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Francisco II, último en el cargo (14 de julio de 1792- 6 de agosto de 1806) Retrato a cargo del pintor Friedrich von Amerling |
El aspirante a la coronación imperial era elegido por los príncipes alemanes como Rey de romanos, en vida del emperador o en interregno; y una vez coronado como Rey de romanos en Alemania, debía ir a Roma a ser coronado por el papa como emperador. Dadas las dificultades internas en el propio Imperio, el viaje se demoraba durante años, e incluso hubo Reyes de romanos que no fueron coronados emperadores a lo largo de su reinado. Los emperadores del Sacro Imperio fueron coronados por los Papas hasta el siglo XVI. Desde entonces, si el candidato a futuro emperador era elegido en vida del emperador, era elegido y coronado como Rey de romanos, y a la muerte de su antecesor pasaba automáticamente a ser emperador electo; pero si el candidato a emperador era elegido en interregno, entonces era coronado días después a su elección como emperador electo.
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