Eduardo Arroyo (1937-2018) se marchó a vivir a París en 1958 y no retornó a España hasta 1986. En su obra se ha detectado siempre un fuerte sentido crítico que, en la etapa franquista, tuvo un carácter muy específico dirigido contra el régimen. En ciertos aspectos u obra se encauza en una vertiente similar a la que planteó el Equipo Crónica. Desde un punto de vista formal y técnico Arroyo también ha recibido la influencia de la estética pop estadounidense, en tanto que sus pinturas son figurativas, las imágenes aparece bien delimitadas y los colores on puros e impactantes.
Madrid-París-Madrid (1984). Óleo sobre lienzo. Museo Municipal de Arte Contemporáneo, Madrid |
De todos modos, es importante destacar la formación periodística de Eduardo Arroyo, que tiene una clara incidencia en su manera de abordar determinadas temáticas. El modo incisivo y, en ocasiones, despiadado, de plantear un tema es una de las características de su obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario