Esta pintura es un fragmento de la pintura mural de carácter monumental que se halla en el Palacio nacional de México. Los personajes que pueden observarse en ella no son una invención de Rivera, sino que atienen a los documentos históricos existentes. Diego Rivera estudió etnografía regional con objeto de poder llevar a cabo un arte nacional y revolucionario que permitiera dar a conocer los orígenes de México.
Mercado de Tlatelolco (1942). Fresco, fragmento de los murales del Palacio Nacional, Ciudad de México |
Muchas de sus composiciones poseen un carácter alegórico que facilita la comprensión de lo pintado a un público no necesariamente formado y en posesión de un bagaje cultural. Resulta evidente su enorme capacidad para representar masas de seres humanos, así como grandes zonas de paisaje. Tras su intervención en el Palacio Nacional, Rivera se dedicó desde 1935 hasta 1940 a realizar pintura de caballete, para volver a trabajar en la ejecución de grandes frescos transportables.
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