Tras la Primera Guerra Mundial, la capital alemana se embriagó con el exceso y la creación artística, todas las disciplinas combinadas. Una fiebre que cae a mediados de la década. El Centro Pompidou de París dedica una serie de actos a aquellos locos años veinte que aún fascinan.
¿La República de Weimar? Más bien la de Berlín, ya que la década de 1920 sigue asociada al fermento cultural de la capital alemana. Gross:Berlín , con 4 millones de habitantes, se convirtió entonces en una de las ciudades más grandes del mundo y rivalizó con París como faro de la creación. Desde la fotografía hasta el teatro, todas las artes están inventando nuevos lenguajes. Un siglo después, este crisol de la modernidad sigue fascinando, como lo demuestra la serie de actos que le dedica el Centro Pompidou, redescubriendo el espíritu multidisciplinar de sus inicios: pintura, fotografía, arquitectura, diseño, música, cine, danza o teatro. – en torno a una gran exposición, “Alemania / Años 20 / Nueva Objetividad / August Sander”.
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| Otto Dix, A la belleza (Autorretrato), 1922, Von der Heydt-Museum Wuppertal |
Fase expresionista
A partir de 1918, la Alemania derrotada y arruinada soñaba con hacer un borrón y cuenta nueva del pasado. Sus artistas están listos para revolucionar el mundo. Esta es la fase “expresionista” de la República de Weimar, de una sensibilidad a flor de piel con sus lienzos saturados de color y sus decorados con perspectivas distorsionadas. Pero el 24 de junio de 1922, el asesinato por parte de la extrema derecha de Walther Rathenau, Ministro de Relaciones Exteriores, frustró las esperanzas. Sobre todo porque el estado está empujando al país a la hiperinflación. La imprenta se acelera, la moneda se derrumba. "Había días en los que tenía que pagar cincuenta mil marcos por la mañana para comprar un periódico y cien mil por la noche", recordaba ayer en Le Monde el escritor vienés Stefan Zweig (1881-1942), que se encontraba en Berlín en ese momento. Miles de desempleados deambulaban por las calles agitando los puños contra los especuladores y los extranjeros que circulaban en autos lujosos y compraban una calle entera como una caja de fósforos. »
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