La obra del dramaturgo Antonio Buero Vallejo (1916-2000) se presenta, tras más de cincuenta años de fecundo desarrollo, como el granado fruto de uno de los más apreciables autores del teatro contemporáneo. En 1946, recién estrenada su libertad, Buero dejó los pinceles, que constituían su vocación primera, y escribió En la ardiente oscuridad. El Premio Lope de Vega que en 1949 recibía Historia de una escalera permitió su representación, en la que el público y la crítica advirtieron la presencia de un nuevo lenguaje mantenido por el autor en una treintena de obras que tuvo conseguido final en el estreno, en octubre de 1999, de Misión al pueblo desierto. «García Lorca ante el esperpento» es el título del discurso que Antonio Buero Vallejo el 21 de mayo de 1972 pronunció en su ingreso en la Real Academia Española para ocupar el sillón X. Es considerado, junto a García Lorca y Valle-Inclán, uno de los hitos señeros de la literatura dramática española. Desde 1949, en que se da a conocer con Historia de una escalera, hasta 1999, en que se representa su última obra, la producción de Buero Vallejo abarca cincuenta años de estrenos ininterrumpidos cuyo impacto, tanto social como estético, le convierten en el dramaturgo más importante de la segunda mitad del siglo XX. De ello da cuenta que haya sido el único autor de teatro galardonado con el Premio Cervantes (1986) y el primero que obtuvo el Nacional de las Letras Españolas (1996), entre otras muchas distinciones.
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