martes, octubre 02, 2018

Tres razones para leer a... James Oliver Curwood

Catalogado como un autor de literatura infantil, y visto como sub Jack London, el autor de Kazan (1914),  es, por tanto, uno de los fundadores de la denominada "literatura de la naturaleza". ¿Por qué leer a James Oliver Curwood?
1.- Porque James Oliver Curwood existió al mismo tiempo que Jack London
James Oliver Curwood (1878-1927) tiene solo un defecto: su contemporáneo y compañero Jack London. El aventurero de Snark, el padre de Colmillo Blanco, aplastó con su poderosa figura a este otro escritor estadounidense que seguía sus pasos. Curwood no es London, es cierto, pero en el transcurso de su corta carrera, murió a la edad de 49 años, dio vida al extremo norte canadiense y conquistó a millones de lectores. Su mundo es menos amargo, menos trágico y pesimista que el London. Un cazador enfurecido al principio, luego ganado por una sensibilidad cada vez más "ecológica", sin embargo lo retrata con el mismo amor obvio y el mismo conocimiento sutil.
2.- Porque la literatura de la naturaleza debe reconocerle como uno de sus maestros
Curwood no inventa nada o casi nada: describe sus vivencias, y los héroes que protagonizan sus aventuras, los ha conocido. Un lejano sobrino de otro novelista de aventuras, el británico Frederick Marryat (1792-1848), también conocido como el Capitán Maryatt, creció cerca del lago Erie, en el estado de Ohio, y dedicó a la naturaleza una especie de culto - afirmará que no puede escribir una novela que no tenga a los espacios grandes como marco. Sus largas caminatas en la Bahía de Hudson, sus exploraciones del "desierto" ártico que lo llevaron a escribir sobre aquellos que aún no eran llamados los Inuit le proporcionan descripciones maravillosamente evocadoras.
Pero serán los libros en los que los animales son los verdaderos protagonistas que le dieron su reputación: Kazan (1914); Bari, perro lobo (1917), The Grizzly King, (El oso, 1917), llevada al cine en 1988 por el director francés Jean-Jacques Annaud. sin antropomorfismo ni tonterías, unos animales que evolucionan en pleno bosque, que forjan unos lazos ambiguos con los humanos. La creencia del autor en en la inteligencia animal y su acertada y sensible observación han sido modelos para el género.  
3.- Porque es necesario sacarlo del gueto de la literatura para niños
Otro de los puntos coincidentes con  Jack London: Curwood ha sido considerado durante mucho tiempo como un escritor para niños y jóvenes. La película de Jean-Jacques Annaud, El oso (L'ours, 1988), basado en su novela The Grizzly King, lo puso durante un corto espacio de tiempo en candelero, pero nuevamente desapareció de las librerías. 
Entre sus obras más celebradas destacan El valor del Capitán Plum (1908), Los buscadores de oro (1909), El valle de los hombres silenciosos (1911), El final del río (1919), El bosque en llamas (1921) y El cazador negro (1926).

No hay comentarios: