Las leyendas afirma que Micerino (o Menkaura) fue castigado por los dioses por ser demasiado justa y magnánimo, ya que no obligo a su pueblo a construir tantos templos como sus antepasados ni pirámides tan grandes como las de éstos.
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| Tríada de Micerino |
Un oráculo de la ciudad de Buto pronosticó que, como castigo por su bondad, sólo reinaría seis años enteros. Micerino montó en cólera y juró vivir doce años para desmentir la profecía.
El faraón falleció mucho antes de que sus templos estuvieran terminados, por lo que éstos fueron acabados con ladrillos de barro colocados a toda prisa, tanto por la falta de tiempo como de recursos económicos.
Su heredero Shepseskaf, que le sucedió en el trono, se encargo de de acabar la pirámide iniciada por su padre.
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| Restos del templo y de la pirámide de Micerino en Guiza |
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