Ptolome I Soter dotó a Alejandría con un gran faro, que fue considerado una de las siete maravillas del mundo antiguo. El lugar escogido fue la isla de Faros, que dio nombre a este tipo de torres guía, las obras comenzaron en 290 a. de C. y fueron concluidas por Ptolomeo II Filadelfo, hijo y sucesor de Ptolomeo I, y el arquitecto griego Sostrato de Cnido. Los cálculos para la estructura y sus accesorios se realizaron en la famosa biblioteca de Alejandría.
El edificio consistía en una amplia base cuadrada de 17 metros de altura, sobre la que se erguía una torre de unos 100 metros, coronada por una estatua de Poseidón y cubierta de mármol blanco. En su parte superior se quemaba leña y resina por la noche, mientras que un espejo reflejaba la luz del sol durante el día.
En 1994 unas obras para reforzar la fortaleza erigida por Quaitbay pusieron en peligro los restos, olvidados hasta entonces en el fondo del puerto.La operación internacional de salvamento, patrocinada por la UNESCO, ha permitido rescatar y catalogar más de 2.000 piezas pertenecientes al faro.
Reconstrucción idealizada |
En 1994 unas obras para reforzar la fortaleza erigida por Quaitbay pusieron en peligro los restos, olvidados hasta entonces en el fondo del puerto.La operación internacional de salvamento, patrocinada por la UNESCO, ha permitido rescatar y catalogar más de 2.000 piezas pertenecientes al faro.
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