Los funcionarios que trabajaban para el faraón debían saber adaptarse a las reglas establecidas para obtener más poder y enriquecerse sin levantar sospechas. Uno de los consejos básicos hacía referencia a cómo debían comportarse un buen funcionario: "Sólo inspira respeto el hombre reservado, y un hombre con carácter, que al mismo tiempo sea rico, se hace un lugar en la administración como un cocodrilo al sol".
Estatua de Harsomtusemhat. Dinastía XXVI. Reinado de Psamético I (primer faraón saíta) |
Un faraón aconsejó a su hijo que enriqueciera a sus funcionarios para que no tuvieran que dejarse sobornar.
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