Diarios tempranos. Donoso in progress (1950-1965), publicado por Ediciones Universidad Diego Portales, permite al lector descubrir las sombras y las luces de José Donoso, una de las figuras centrales del boom de la narrativa latinoamericana.
Donoso fue desde joven un disciplinado escritor de diarios, y hoy se conservan unos ochenta cuadernos de su puño y letra, divididos en dos colecciones, una localizada en la Universidad de Iowa y otra en la de Princeton. El libro de su hija Pilar Donoso Correr el tupido velo, terrible y maravilloso al mismo tiempo, abarcó los diarios del segundo periodo.
La obra que ahora se presenta, editada por Cecilia García-Huidobro, se centra en los diarios de la primera época (1950-1965), aquellos que registran los tempranos balbuceos creativos del escritor chileno en busca de una identidad literaria.
“Estoy perdido”, anota Donoso en su cuaderno de Buenos Aires de mayo de 1959. Diarios tempranos. Donoso in progress (1950-1965) explica en gran medida lo que esa frase significa para un autor que “se escribe cuando se borra y se borra cuando se escribe”.
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