El caballero de Dios
Niels Steensen, 1638-1686
Sicomoro
2020
300 págs.
El siete de abril de 1661, un joven danés que estudiaba anatomía en Ámsterdam descubrió una nueva estructura anatómica al diseccionar la cabeza de una oveja. Poco después, dos ilustres profesores de la universidad de Leyden bautizaron la estructura como Ductus Stenonianus, nombre que, en honor a su descubridor, se usó ya siempre para referirse al conducto que libera la saliva en la boca de los mamíferos. Tras vencer en debate público a su profesor de Ámsterdam, que le acusó injustamente de haberle robado el descubrimiento, Niels Steensen se hizo famoso en la medicina europea como Nicolás Steno, comenzando una brillante carrera como anatomista experimental que le llevó a establecerse en la corte del gran duque Ferrante II de Medici. Allí, la casualidad le llevó también a convertirse en padre fundador de la Geología después de diseccionar la cabeza de un tiburón blanco por deseo del duque, resolviendo con sus investigaciones posteriores el viejo misterio de las lenguas de piedra y sentando las bases de la estratigrafía. Famoso ya como anatomista y como naturalista, Steno tomó, sin embargo, una decisión extraña y radical. Tras convertirse al catolicismo y ordenarse sacerdote, abandonó por completo la ciencia para establecerse como obispo de la Iglesia Romana en el corazón de la Alemania protestante, donde murió en la absoluta pobreza con solo 48 años de edad. Nadie en el mundo de la ciencia logró explicarse por qué lo hizo, aunque tras su decisión pudo esconderse el amor imposible por una noble mujer casada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario