2018 págs.
Al-Ándalus es con frecuencia evocada como una cultura totalmente arabizada. No obstante, y especialmente hasta el auge del califato, la mayor parte de su población habría hecho uso de una lengua propia: el romance andalusí o l’atinu. Esta forma de comunicación sobreviviría entre las clases populares hasta bien entrado el siglo XIII, y su existencia está atestiguada tanto por las «jarchas» como por diferentes glosarios, topónimos y préstamos hechos al árabe andalusí y al resto de lenguas peninsulares. Más apegado al latín final que los demás romances de la época y muy conservador en lo que a fonética y sintaxis se refiere, el andalusí se vería por otro lado fuertemente influenciado por el árabe, que no sólo modificó su léxico, sino también la morfología de algunas de sus palabras e incluso la manera de construir las frases, lo que la convierte en una lengua única. Esta publicación plantea desde un enfoque divulgativo la reconstrucción del romance de al-Andalus, partiendo de las obras de Francisco Javier Simonet, Álvaro Galmés de Fuentes, Maria Jesús Rubiera Mata o Federico Corriente hasta conformar un auténtico manual de gramática del l’atinu.
Al-Ándalus es con frecuencia evocada como una cultura totalmente arabizada. No obstante, y especialmente hasta el auge del califato, la mayor parte de su población habría hecho uso de una lengua propia: el romance andalusí o l’atinu. Esta forma de comunicación sobreviviría entre las clases populares hasta bien entrado el siglo XIII, y su existencia está atestiguada tanto por las «jarchas» como por diferentes glosarios, topónimos y préstamos hechos al árabe andalusí y al resto de lenguas peninsulares. Más apegado al latín final que los demás romances de la época y muy conservador en lo que a fonética y sintaxis se refiere, el andalusí se vería por otro lado fuertemente influenciado por el árabe, que no sólo modificó su léxico, sino también la morfología de algunas de sus palabras e incluso la manera de construir las frases, lo que la convierte en una lengua única. Esta publicación plantea desde un enfoque divulgativo la reconstrucción del romance de al-Andalus, partiendo de las obras de Francisco Javier Simonet, Álvaro Galmés de Fuentes, Maria Jesús Rubiera Mata o Federico Corriente hasta conformar un auténtico manual de gramática del l’atinu.
Pablo Sánchez Domínguez nació en Cádiz y se crió en Sevilla, pero se ha establecido profesionalmente en Madrid, donde hoy forma parte del personal del Museo del Prado. Durante más de cinco años ha dedicado sus esfuerzos a reconstruir el romance andalusí, algo que surgió como una inquietud personal pero que ha acabado consolidando en un ambicioso proyecto divulgativo acerca de una lengua que no es sino parte importante de nuestro legado cultural. Tras culminar esta obra, ha puesto en marcha diferentes estudios relacionados con el romance andalusí, entre ellos la traducción y publicación de clásicos de la literatura.
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