Los días del Cáucaso
Traducción de Regina López Muñoz
Siruela
Madrid
2020
316 págs.
Banine recuerda las aguas del mar Caspio, su lujosa mansión en Bakú, las espléndidas fiestas, las frutas, los dulces; a su institutriz alemana de rubísima melena, a su imperiosa y estricta abuela musulmana, a sus tan adinerados como nada respetables parientes que, discutiendo y fumando sin tregua, se jugaban a los naipes la inmensa fortuna que el petróleo les haba hecho amasar. Banine recuerda como entonces llegaron los bolcheviques, y de pronto lo perdieron todo; como en el torbellino de la revolución y el derramamiento de sangre se enamoró apasionadamente de un hombre, pero solo para ser obligada a casarse con otro al que detestaba; hasta que llegó la oportunidad de escapar, a Estambul primero, a Pars ms adelante. Banine recuerda en esta elegante, irónica y conmovedora memoria; uno de los más originales y trepidantes libros autobiográficos del siglo XX; su fascinante y turbulenta juventud en el disputado territorio de Azerbaiyán, en perpetuo equilibrio entre Oriente y Occidente, entre el mundo de ayer y los inciertos das venideros.
Banine, pseudónimo de Umm-El-Banine Assadoulaeff (Umm El-Banu Äsâdullayeva) (Bakú, 18 de diciembre de 1905-París, 23 de octubre de 1992) escritora francesa de ascendencia azerí, nieta de dos multimillonarios azeríes, Chamsy Assadoulaeff y Musa Nagieff. Ella escribió bajo el seudónimo de Banine. Huyó del Azerbaiyán soviético (República Federal Socialista Soviética de Transcaucasia) pasando por Estambul, donde dejó a su marido, con quien se había casado a la fuerza a los quince años. Más tarde se estableció en París donde trabajó como vendedora en una tienda y modelo de alta costura sin dejar sus estudios. Comenzó después a hacer traducciones, artículos periodísticos y programas radeiofónicos en francés, y empezó a ser conocida en círculos literarios, sobre todo entre la intelectualidad rusa emigrada. Entre saus conocidos estaban Nikolái Berdiáyev, Lev Shestov, Vladimir Lossky, Marina Tsvetáyeva, Constantin Balmont, Ivan Severianine, Ivan Bounine, etc. Fueron además Montherlant, Kazantzákis y Malraux, entre otros, quienes la animaron a escribir. Fue muy amiga y la «embajadora de Jünger en Francia»,1 escritor al que conoció en la Segunda Guerra Mundial en París y al que consagró tres libros. Ivan Punin habló también de su conversión del islam al catolicismo. Banine consagró su vida a que se conociera la cultura e historia azeríes en Francia y Europa. Sus libros más conocidos son Jours caucasiens y Jours parisiens.
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