En su juventud Adriano fue llamado Graeculus, "el pequeño griego", por su
afición por Grecia y por los jóvenes bellos y musculosos.
Antínoo como Aristeo, descubierto en el siglo XVII en Roma, hoy en el Louvre |
Fue obligado a casarse con Vibia Sabina. Ella, que ingería hierbas para evitar un posible embarazo, afirmó: "Siento miedo de traer al mundo al go semejante a mi esposo".
En una ocasión, Sabina y el emperador Trajano se disputaron uno de los muchachos "protegidos por éste. El efebo prefirió a Sabina, y Adriano le recriminó a su esposa semejante atrevimiento.
Adriano fue el primer emperador romano que se dejó crecer la barba, una costumbre considerada propia de los bárbaros hasta entonces.
El bellísimo Antinoo fue el amante más querido de Adriano, quien lo vestía como mujer. Sin embargo, Antínoo falleció durante una travesía a través del Nilo. A su muerte, Adriano lo convirtió en un dios y construyo la ciudad de Antinopolis, en homenaje a su amor desaparecido.
En su vejez, ya enfermo, Adriano intentó alejar la soledad y la tristeza con una sucesión de jóvenes amantes, escogido entre los más bellos y fuertes.
Tras fallecer en su villa de Baiae fue enterrado en un mausoleo construido en la orilla occidental del Tíber (Roma), un edificio que será transformado en una fortaleza cristiana —el castillo Sant'Angelo—.
No hay comentarios:
Publicar un comentario