jueves, julio 20, 2017

Antiguo Egipto (LXII): Prácticas ginecológicas

Para confirmar que una mujer era fértil, se introducía un diente de ajo en su vagina, se empujaba hasta el útero y se mantenía allí durante toda la noche. Si al día siguiente la mujer sentía el sabor del ajo en la boca, se podía afirmar, sin duda, que la mujer era fértil y podría tener hijos, ya que no existía ninguna obstrucción en su organismo. 
Mujer de parto en el Mesjenet, templo de Kom Ombo
Para determinar el sexo del feto existía otro método que, según creían los antiguos egipcios, jamás fallaba. Este método consistía en: “Coloca cebada y trigo en dos bolsas de lona con la arena y fechas; orina sobre ellas cada día; si cebada y trigo germinan, dará a luz; si la cebada germina primero, será un varón; si el trigo, será una mujer; sí no germinan, no dará a luz. 

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