Que tropel de jinetes dicen unos,
y otros que de navíos una flota
es lo más bello sobre la negra tierra,
yo en cambio afirmo
que lo más bello es aquello de lo que uno se enamora.
Y es totalmente simple
hacer que todo el mundo lo comprenda.
Pues la que de buen corro
superaba en belleza a todos los mortales, Helena
a su marido, todo un noble, plantado lo dejó
y puso rumbo a Troya en una nave,
sin guardar el más mínimos recuerdo
ni de sus hijos ni de sus padres tan queridos;
la sedujo Afrodita.
Safo de Mitilene o Safo de Lesbos, 27 D
(Traducción de José Luis Navarro y José María Rodriguez).
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