Regreso a Berlín
Periférica & Errata naturae
Madrid
2017
408 págs.
Después del éxito de Tú no eres como otras madres, otra novela extraordinaria con la marca de la joven edición independiente de calidad. Una gran novela de los años 1950, desaparecida desde su publicación hasta hoy, y que comienza a ser relanzada en todo el mundo.
Este libro no trata sólo sobre una época en concreto, sino sobre las familias de cualquier tiempo. Tanto las felices como las infelices. En todas ellas hay un hijo pródigo (o una hija). Y no habría historia si no hubiera regreso. El retorno significa también un nuevo comienzo. Y el de estas páginas es, no cabe duda, magistral. Regresamos para vivir otra vez. Para, de algún modo, resucitar de entre los vivos y de entre los muertos.
Como las viejas y buenas historias, esta fascinante novela comienza en un buque repleto de pasajeros muy distintos entre sí. Tras un largo viaje por el Caribe, lleno de conversaciones y complicidades, el londinense Eric Devon, su esposa Nora y una lúcida periodista estadounidense deciden viajar a un Berlín que se recupera de los desastres de la última guerra y de los perversos efectos del nazismo. Vacilante y presa de los fantasmas de otro tiempo, Eric, por fin, se enfrentará allí a su pasado, oculto durante décadas.
He aquí una magnífica historia entre el «año cero» (recordemos la famosa película de Rossellini Alemania, año cero) y el llamado «milagro económico». En una ciudad devastada por la guerra, pero llena de vida, a nuestros protagonistas les espera aquello que, quizá demasiado sencillamente, llamamos una gran sorpresa. Nada es lo que parecía ser: Eric irá asistiendo, página a página, capítulo a capítulo, a una serie de revelaciones que lo cambiarán ya para siempre.
Este impresionante viaje en el tiempo ofrece una inédita y refrescante visión del Berlín de finales de los años cincuenta. Tan poderosa y seductora que transforma nuestra propia perspectiva de esa parte de la historia, entre los escombros y la reconstrucción, con sus alegrías y sus oportunismos, con sus miserias y sus remordimientos. Y lo hace de un modo muy refrescante y más allá de cualquier cliché.
Regreso a Berlín podría ser una historia de Somerset Maugham, pero no lo es. O de Graham Greene, pero tampoco... Eso sí, tiene todo lo que nos gusta de estos dos escritores (la potencia narrativa, el misterio, el perfecto análisis de los personajes, las disquisiciones morales), y al mismo tiempo la sutileza y la inteligencia femeninas de Verna B. Carleton, uno de los grandes nombres secretos de la literatura de su época.
Verna B. Carleton, de madre inglesa y padre de ascendencia alemana (ella nunca quiso usar su apellido paterno, Von Kessler), nació en 1914 en New Hampshire, Estados Unidos, y se casó en México —con Frida Kahlo y Diego Rivera como testigos—, donde vivió durante la Segunda Guerra Mundial y donde frecuentaba los círculos artísticos de los exiliados alemanes. Allí se hizo amiga de los grandes escritores Anna Seghers y Egon Erwin Kisch. Escribió artículos para diversos medios, como el Saturday Evening Post o The New Yorker. En París, su hogar adoptivo, había conocido a Sylvia Beach y a Walter Benjamin y se había encontrado con muchas personalidades de la vida literaria. Hasta su muerte, en 1967, fue amiga íntima de la fotógrafa Gisèle Freund, a quien acompañó a Alemania en 1957. Regreso a Berlín, su primera novela, recibida con entusiasmo en su época, se inspira en aquel viaje: Freund se había exiliado de su país en los años treinta debido al nazismo; para ella, volver a poner un pie en territorio alemán era una difícil decisión vital: de Alemania y los alemanes no quería saber nada, pero tampoco lograba librarse de sus recuerdos. Verna la alentó a hacer aquel revelador viaje… que también era, en realidad, una búsqueda de su propio pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario