jueves, febrero 25, 2021

Libros: Comuneros contra el Rey

Comuneros contra el Rey

Manuel Azaña
Reino de Cordelia
Madrid
2021
160 págs. 
Edición y prólogo de Isabelo Herreros.
Epílogo de Fidel Cordero.
Frente a la teoría de que el levantamiento de los comuneros supuso un ataque a la modernidad que Carlos V traía de Flandes, Manuel Azaña interpreta aquel movimiento como la primera revolución popular contra el absolutismo. Una apuesta lanzada hacia el futuro, tan moderna que seguía viva cuatro siglos después, en vísperas de la Segunda República. Sumergiéndose en las fuentes de la época, el que fuera presidente de la República demuestra la vigencia del pensamiento comunero tras examinar celosamente los documentos recopilados sobre la guerra y la revolución de aquellas Comunidades de Castilla entre 1520 y 1522. En el octogésimo aniversario de la muerte de Azaña, a lo largo de esta obra el gran intelectual republicano confirma que la sublevación castellana, de la que se cumplen ahora quinientos años, reclamaba igualdad, contribución fiscal para cualquiera —sin aceptar privilegios de la nobleza—, unas Cortes independientes de la voluntad real... En otras palabras, todo lo que constituye una revolución moderna.
Manuel Azaña (Alcalá de Henares, 1880 - Montauban [Francia], 1940) Político, periodista y escritor, galardonado en 1929 con el Premio Nacional de Literatura. Su obra más conocida es La velada en Benicarló (1939), una reflexión sobre las causas y el desenlace de la Guerra Civil española. Además de este libro, en Reino de Cordelia también han aparecido las antologías Gentes de mi tiempo (2015), A la altura de las circunstancias (2016), Tierras de España (2017) y El arma de las letras (2018). Estudió Derecho en los agustinos de El Escorial, período que rememoró en su novela El jardín de los frailes (1927), y se licenció y doctoró con sobresaliente. Miembro de la Academia de Jurisprudencia desde 1899, en febrero de 1911 anunció su ideario político con la conferencia «El problema español». En 1912 es elegido secretario del Ateneo de Madrid y se afilia al Partido Reformista. Sus fracasados intentos por salir diputado en 1918 y 1923 le llevan al periodismo y la literatura; de esa época son las colaboraciones recogidas en Plumas y palabras (1930), La novela de Pepita Jiménez (1927), Valera en Italia (1929) y la obra teatral La Corona (1930). Después del golpe de Estado de Primo de Rivera, abandona en 1923 el Partido Reformista, al año siguiente se declara republicano y en 1925 funda Acción Republicana. Proclamada la Segunda República, asume la cartera de la Guerra y en octubre de 1931 reemplaza a Niceto Alcalá-Zamora en la presidencia del Gobierno, cargo en el que estará hasta 1933 y al que regresará en 1936, ya como principal impulsor del partido Izquierda Republicana. Poco después asume la presidencia de la República.

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