miércoles, febrero 10, 2021

Libros: Ataúdes de acero

Ataúdes de acero

Memorias de guerra de un capitán de U-Boot

Herbert A. Werner
Traducción moderna de Hugo A. Cañete.
Salamina
Málaga
2021
Ataúdes de Acero es la historia franca, directa y sincera de este excapitán de submarinos, una historia que navega con pericia y a toda máquina desde el Atlántico al Mediterráneo, desde el Canal de la Mancha al mar del Norte, desde los icebergs de Groenlandia al Caribe y desde los fiordos noruegos a la base naval norteamericana de Norfolk. Un testimonio personal de las visiones, los sonidos y el ambiente en el interior de un U-Boot. Ataúdes de Acero son unas de esas memorias excepcionales y extraordinarias de estos hechos de armas desde la perspectiva alemana.
Los recuerdos de Werner comienzan en los años felices de los triunfos de 1941 y 1942, cuando los U-Boote alemanes estuvieron a punto de estrangular a Gran Bretaña y hundieron 495 buques aliados frente a la costa de Estados Unidos en solo seis meses. Con mordaz honestidad, Werner continúa su relato recordando la vida diaria a bordo y en puerto, que con el transcurso de la guerra se va convirtiendo en los años finales en la destrucción apocalíptica de la flota submarina germana. Al final de la contienda, 28.000 de los 39.000 hombres de la Fuerza de Submarinos de la Kriegsmarine habían desaparecido bajo las olas, siendo Werner uno de los pocos Capitanes de U-Boot que sobrevivió para contarlo.
También se incluyen 36 páginas de fotografías, 8 de ellas a color y un desplegable con un mapa del Atlántico Norte con sus cuadrículas réplica de un original de la Kriegsmarine y con un perfil y planta de un U-Boot Tipo VIIC con todas sus secciones detalladas.
Herbet A. Werner, alférez cadete de 19 años al comienzo de la guerra en 1939, Herbert A. Werner se graduó en la Escuela Naval alemana de Flensburg en abril de 1941. Destinado al servicio en la fuerza de submarinos sucesivamente con el empleo de alférez y los cargos de primer oficial y capitán, navegó por el océano Atlántico, el canal de la Mancha, el mar del Norte, el mar Báltico, el mar de Noruega, el Mediterráneo e incluso sembró minas en la bahía de Chesapeake frente a la base naval estadounidense de Norfolk en el verano de 1943. Tras sobrevivir a la guerra y al cautiverio británico, norteamericano y francés, emigró a Estados Unidos en 1957 y se convirtió en ciudadano norteamericano.

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