La primera experiencia de gobierno republicano en España tuvo lugar entre 1873 y 1874, entre los reinados de Amadeo I de Saboya (1871-1873) y Alfonso XII (1875-1885). Las Cortes españolas proclamaron la República como régimen político un 11 de febrero de 1873, cuando el rey Amadeo envió su mensaje de abdicación en el que indicaba que había buscado la solución a los males que afligían al país «ávidamente dentro de la Ley, y no la he hallado. ¡Fuera de la Ley no ha de buscarlo quien ha prometido observarlas!». La República surge en España como una fórmula inédita de gobierno para intentar aplicar el ideario político de la revolución de 1868. No obstante, la gran disparidad de ideologías entre las fuerzas republicanas y sus diferentes modelos de gobierno, entre los que destaca un Estado federal frente a otro unitario, desencadenó innumerables conflictos que, supuso, entre otros aspectos, la sucesión de 4 presidentes en la Jefatura del Estado en menos de un año. La I República concluía en la madrugada del 4 de enero de 1874 con un pronunciamiento militar, cuando el general Pavía disuelve militarmente las Cortes, ante el “desorden general” existente. Terminaba así la efímera experiencia republicana en España, de tan solo 10 meses de duración. La fecha del 11 de febrero fue conmemorada por los republicanos españoles hasta la llegada de la II República, el 14 de abril de 1931, como un mito y símbolo de sus aspiraciones políticas.
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