El judío errante
Eugenio de Sue
Varias editoriales

En vísperas de la revocación del Edicto de Nantes, una familia francesa de rancio abolengo y religión protestante se exilia voluntariamente, repartiéndose en diversos lugares del mundo: parte de la familia se dirige a Polonia, otros se establecen en Alemania, otros marchan a Inglaterra y el resto se decide por el continente americano.
Ciento cincuenta años después, sólo existen siete descendientes de esta familia, únicos herederos de una cuantiosa herencia: Rosa y Blanca Simón, dos gemelas de quince años, hijas de un valiente ex oficial leal a la causa de Napoleón, el fabricante Francisco Hardy, Djalma, príncipe hindú, un artesano apodado "Duerme en cueros", Adriana de Cardoville, hija del conde de Renneport y el sacerdote misionero Gabriel Renneport. Para poder recibir la herencia, cada uno de ellos debe poseer una medalla de bronce con un par de inscripciones que indican la fecha y el lugar (13 de febrero de 1682 en París) en el que estas siete personas deben reunirse. La Compañía de Jesús (los jesuitas) desea apoderarse de esta herencia y para ello utiliza distintos medios, sutiles, hipócritas, violentos, para intentar eliminar a todos los herederos legítimos (excepto al misionero) e impedir que estén en París en la fecha indicada.
Eugenio Sue, escritor francés e infatigable constructor de novelas, incursionó en la novela de costumbres con gran manejo de la prosa y de la trama; también se embarcó en una forma narrativa muy en boga entonces; la folletinesca. El judío errante, uno de sus primeros éxitos resonantes, debe su éxito al movimiento de opinión conocido como el anticlericalismo. Esta novela se encuentra dominada por dos personajes fantásticos: el judío y la judía errantes, símbolos de la clase obrera condenada a una eterna fatiga sin compensación, y de la mujer oprimida y conculcada en sus derechos. El judío errante acentuó el movimiento socialista de las reivindicaciones obreras.
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