Nunca se habían reunido tantas pinturas del maestro holandés. Un evento rico después de ocho años de investigación y análisis científicos. Pacientemente, en silencio, no deja de vaciar su cántaro La lechera de Johannes Vermeer (1632-1675), icono del maestro holandés y campeón de los productos derivados, ¡incluso en versión Playmobil!
La lechera (1658-1660). Óleo sobre lienzo |
A la obra maestra imprescindible del Rijksmuseum, de Ámsterdam, se sumaron otros veintisiete cuadros del pintor con motivo de una exposición muy publicitada que marcará un hito. Y no en vano, esta es la primera vez que se reúnen veintiocho obras, de un corpus de treinta y siete identificado.
La joven de la perla (1665-1667). Óleo sobre tela. Mauritshuis, La Haya, Países Bajos |
Además de los récords de asistencia ya asegurados, uno se pregunta qué puede traer una presencia tan alta, además del deleite, al empujar −se han prometido cupos razonables de visitantes a los salones−, para admirar simultáneamente a La joven de la perla (venga al lado, de La Haya), Una dama escribe una carta con su sirvienta (Galería Nacional de Irlanda) o Mujer con balanza (Galería Nacional de Arte de Washington).
Una dama escribe una carta con su sirvienta (1670-1671). Óleo sobre lienzo. Galería Nacional de Irlanda) |
Desde el 10 de febrero en el Rijksmuseum de Amsterdam, Paises Bajos.
Mujer con balanza (1662-1664) La luz, el gran tema de Vermeer. National Gallery of Art, Washington, Colección Widener |
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