El arte del retrato se remonta a la más alta Antigüedad. El Egipto de los faraones y el Imperio chino lo practicaron hace más de tres mil años, los griegos un poco más tarde, alrededor del siglo V a. C. Desapareció del arte occidental en la época medieval, solo sobreviviendo en pinturas religiosas a través del carácter del donante, no siempre reconocible. Los primeros retratos independientes, sobre madera, aparecen a mediados del siglo XIV en Borgoña y Francia; están pintados de perfil como el retrato del rey Juan II el Bueno (si es que es él), conservado en el Louvre. Luego, hasta el desarrollo de la fotografía a fines del siglo XIX, el retrato se convirtió en un género importante, clasificado en el siglo XVII justo detrás de la pintura de historia. El autorretrato, si creemos en Plinio el Viejo y Ovidio, Existe desde el siglo IV a. C. en Grecia, donde Apeles, quizás para diferenciarse de su rival Panfilo, pintó su retrato en jarrones como firma, principio adoptado por ciertos iluminadores en la Edad Media. El arte del retrato en la historia está íntimamente ligado a la concepción que tiene el tiempo del individuo y del lugar de éste en la sociedad. Por lo tanto, primero prohibido por el cristianismo en la Edad Media, luego se reservó para los ricos y los nobles, antes de que la fotografía lo popularizara: el selfie (también llamado selfie) especifica claramente la realidad de la era contemporánea. El arte del retrato en la historia está íntimamente ligado a la concepción que tiene el tiempo del individuo y del lugar de éste en la sociedad. Por lo tanto, primero prohibido por el cristianismo en la Edad Media, luego se reservó para los ricos y los nobles, antes de que la fotografía lo popularizara: el selfie (también llamado selfie) especifica claramente la realidad de la era contemporánea. El arte del retrato en la historia está íntimamente ligado a la concepción que tiene el tiempo del individuo y del lugar de éste en la sociedad. Por lo tanto, primero prohibido por el cristianismo en la Edad Media, luego se reservó para los ricos y los nobles, antes de que la fotografía lo popularizara: el selfie (también llamado selfie) especifica claramente la realidad de la era contemporánea.
¿Retrato o autorretrato? Esta pintura de Jan van Eyck asombró a sus contemporáneos. The National Gallery, Londres, Reino Unido
No hay comentarios:
Publicar un comentario