La libertad, ¿para qué?
Encuentro
Madrid
2020
206 págs.
«La civilización, en la hora presente, no solo debe ser defendida. Le es preciso crear constantemente, porque la barbarie no para de destruir, y esa barbarie no es nunca tan peligrosa como cuando da la impresión de que también está construyendo.
La desgracia mayor del mundo, en el momento en que hablo, es que nunca ha sido tan difícil como ahora el distinguir entre los constructores y los destructores, porque nunca la barbarie ha tenido unos medios tan poderosos para abusar de las decepciones y de las esperanzas de una humanidad ensangrentada, que duda de sí misma y de su futuro. Nunca el Mal ha tenido una ocasión tan propicia para fingir que lo que hace son las obras del Bien. Nunca el Diablo ha merecido tanto el nombre que ya le daba san Jerónimo, el de mono imitador de Dios».
Georges Bernanos nació en París el 20 de febrero de 1888. Educado en un ambiente católico y burgués, conservó siempre en su corazón la marca indeleble del mundo de la infancia, que constituyó una temática constante en su obra. Entre 1906 y 1913 cursó estudios de letras en la Sorbona y se sintió atraído por los escritores de la Action Française, movimiento del que se distanciará en 1932. En 1926 publicó su primera obra, Bajo el sol de Satán, cuyo éxito le animó a seguir escribiendo, hasta dedicarse a ello por entero. En 1934 se trasladó con su familia a Mallorca, donde escribirá su obra maestra, Diario de un cura rural (1936). Atraído en un principio por el levantamiento franquista, reaccionó contra los horrores de la guerra en Los grandes cementerios bajo la luna (1938). Posteriormente se instaló en Brasil, donde se dedicó a negocios agrícolas. Al terminar la Segunda Guerra Mundial volvió a París, donde desarrolló una intensa actividad como articulista y conferenciante y terminó Diálogos de carmelitas. Murió en Neuilly en 1948.
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